La primera fase de urbanización del parque de Can Batlló tendrá 26.000 metros cuadrados de verde y se prevé que se acabe a principios de 2023. Con una inversión de 12,3 millones de euros, la rehabilitación del espacio incluye la plantación de un bosque, la construcción de un camino de agua que recorrerá el entorno y la instalación de una zona de juegos infantiles. Los nuevos elementos se integrarán con el área de perros y los huertos urbanos comunitarios que ya hay en este espacio, además de las emblemáticas naves industriales en proceso de reacondicionamiento.

En una segunda fase (21.000 metros cuadrados más) se abordará la reurbanización del conjunto de viales y plazas del entorno del recinto, y se instalarán 3.520 metros cuadrados de placas fotovoltaicas.

El futuro parque de Can Batlló define un nuevo espacio verde en medio de la Bordeta donde se podrá ver la naturaleza y también el patrimonio industrial de los antiguos talleres. Este diseño combinado responde a la estrategia de naturalización de la ciudad, con la creación de entornos saludables donde disfrutar del verde y el ocio, y también a las demandas del vecindario, que ha querido revalorizar este patrimonio histórico y ya gestiona diversas actividades comunitarias en las naves que se conservan.