La renovación de la estructura vegetal del parque del Laberint de Horta empezará la primavera que viene

Además del cambio de todos los cipreses que forman el recorrido, las actuaciones consistirán también en integrar vegetación autóctona, mejorar el pavimento, incorporar un sistema de riego sostenible, y restaurar escaleras y balaustradas, entre otros elementos del jardín histórico.

22/10/2024 12:21 h

María José Martín López

Es un proyecto del Ayuntamiento de Barcelona, a través del Instituto Municipal de Parques y Jardines, para garantizar la protección y la conservación del jardín histórico más antiguo de la ciudad, y es financiado con fondos europeos Next Generation, en el marco del Plan de sostenibilidad turística en destinaciones a Barcelona.

Se plantarán 2.211 unidades de ciprés, con una altura de entre 150 y 175 centímetros, para llenar el recorrido del laberinto, de un kilómetro y medio. Además se integrarán especies vegetales autóctonas, con menos necesidades hídricas, y se renovará todo el sistema de riego con uno sectorizado y por goteo. La precisión de este nuevo sistema permitirá regular el riego según la orientación, las zonas de sombra y el estado de la vegetación, lo cual lo hace más adaptable a las necesidades de los cipreses.

Con el objetivo de hacer un uso más sostenible de los recursos hídricos, se mejorará el pavimento para que sea más permeable y el suelo pueda aprovechar mejor el agua. También se optimizarán los parterres, para que conserven de forma adecuada la humedad, y se pondrá grava en algunas zonas para facilitar la infiltración del agua hacia el subsuelo.

Aparte de la renovación vegetal del jardín histórico, también se restaurarán las estructuras escultóricas y cerámicas del jardín, las balaustradas, las escaleras y diferentes piezas cerámicas.

El parque permanecerá cerrado mientras se hagan las actuaciones, que está previsto que empiecen en el mes de marzo del 2025 y que tengan una duración de 12 meses.

Sobre el parque del Laberint de Horta

El parque del Laberint de Horta es el jardín histórico más antiguo que se conserva en la ciudad. Se empezó a construir en el año 1791 y se finalizó la primera fase en el año 1808. Se trata del único laberinto vegetal de la ciudad y de los pocos que hay en todo el Estado español, tan antiguo y con alto valor patrimonial.

En el año 1994 se hizo la última restauración en profundidad del parque y desde entonces se gestiona como un jardín museo, con acceso controlado. Actualmente el jardín está catalogado como bien cultural de interés local (BCIL) y se encuentra en proceso para que sea bien cultural de interés nacional (BCIN).

La renovación dará cumplimiento a la recomendación de la UNESCO para conservar los jardines históricos, recogida en la Carta de Florencia, que reconoce los jardines históricos como monumentos y la obligación de protegerlos.

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