Abre el concurso para volver a hacer girar las aspas de El Molino
Uno de los grandes centros del ocio nocturno barcelonés del siglo pasado, El Molino, volverá a hacer girar las aspas muy pronto. A partir del 7 de marzo y durante un plazo de 20 días hábiles, se podrán presentar propuestas para la gestión del equipamiento, para darle un nuevo uso y convertirlo en un centro de creación musical.Con el nuevo proyecto cultural El Molino se convertirá en un espacio dedicado a todos los estilos musicales, poniendo el énfasis en las músicas populares y, sobre todo, la canción de autor, el jazz, el flamenco y las músicas de raíz, tanto las tradicionales como las de formato más urbano o la rumba catalana. El objetivo es que el espacio, que también tendría que incluir una propuesta gastronómica, funcione como centro de apoyo al tejido musical y a la creación de la ciudad y como escaparate para artistas.
La concesión, por un periodo de cuatro años, deberá tener un modelo de gestión que ofrezca usos alternativos, de manera que se pueda sacar el máximo provecho del espacio en todos los horarios. El espacio tendrá que trabajar en red con el resto de espacios e iniciativas musicales y culturales de la ciudad (como las salas o fábricas de creación y programas como Barcelona Districte Cultural) y también relacionarse de manera directa con festivales y programaciones de la ciudad, como Barnasants, el Festival Internacional de Jazz, Ciutat Flamenco, El Dorado o el Festival de Blues, entre otros. Finalmente, el espacio también debe relacionarse con otros espacios musicales del Paral·lel, como Paral·lel 62, la Sala Apolo y el Centro Cultural Albareda, para disponer de un discurso propio y coherente, complementario al de otras salas.
Consulta las bases del concurso para la concesión de El Molino en este enlace.
Un equipamiento con mucha historia
El Molino nació en el año 1898 con el nombre de la Pajarera Catalana, una denominación que en el año 1910 cambiaría por la de Petit Moulin Rouge y, después de la Guerra Civil y con una dictadura que no admitía nombres en idiomas diferentes del castellano, El Molino.
Entre los artistas que han dado vida a la sala están desde la Bella Dorita hasta artistas como Merche Mar; Lita Claver, La Maña; Escamillo, o Susana Egeo, mitos de la revista que protagonizaban unos espectáculos en los que la música, el teatro de proximidad, la magia y la picardía eran los grandes protagonistas.
El Consistorio adquirió el local de la mítica sala de la calle de Vila i Vilà en julio del año 2021 por 6,2 millones de euros, después de que la sala hubiera pasado problemas económicos graves y se hubiera puesto en venta.