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Un mapa teatral de América Latina (a través de Temporada Alta)
Por Andreu Gomila
Desde los primeros años del siglo XXI, Temporada Alta se ha convertido en el principal escaparate del teatro latinoamericano no solo en Cataluña, sino en Europa. Hasta el punto de que la relación entre el certamen gerundense y el subcontinente es de ida y vuelta, ya que hace siete años que Temporada Alta, en colaboración con diferentes salas locales, celebra ediciones en Buenos Aires, Montevideo y Lima durante el verano austral (febrero). Narcís Puig, adjunto a la dirección artística del festival, nos cuenta como es el teatro latinoamericano a través de lo que ha llevado a Girona y Salt y lo que ha visto en sus numerosos viajes. Hacemos una recorrido de miles de kilómetros, de la Patagonia a Río Grande.
ARGENTINA
Aquí empezó todo, cuando Salvador Sunyer, director y fundador del festival, invitó a Javier Daulte. Fue en 2003, cuando el director y dramaturgo argentino fue a hacer un curso y montó el proyecto '4D óptico', que estrenaría aquí antes que en Buenos Aires con un reparto catalán. Después vendrían Daniel Veronese, Ricardo Bartís, Mariano Pensotti, Romina Paula, Mauricio Kartún, Rafael Spregelburd, Claudio Tolcachir... La cuestión es que Temporada Alta llegó a organizar una semana argentina en 2007, en la que Daulte ayudó a Sunyer a ponerse manos a la obra y presentar 'Nunca estuviste tan adorable', junto a 'De mal en peor' de Bartís, 'Espía a una mujer que se mata' de Veronese y 'La omisión de la familia Coleman' de Tolcachir. Cuatro hitos. Cuatro grandes obras de cuatro directores muy diferentes.
Puig recuerda la revolución que supuso la entrada del teatro argentino en Cataluña, como "una generación de actores asumía que las cosas se hacían como decía Daulte". Es decir, un teatro donde el autor y el director son la misma persona, donde hay "un texto que lo une todo" y unos intérpretes con una verdad escénica inigualable. Desde entonces, los vínculos se han estrechado mucho. Puig, sin embargo, reconoce que les falta traer a las nuevas generaciones, la de Romina Paula y Federico León, donde tendríamos, por ejemplo, a Mariano Tenconi.
URUGUAY
"Es un país muy pequeño, pero tiene a Sergio Blanco, que es uno de los mejores dramaturgos del mundo", explica Puig. El primer espectáculo uruguayo que llegó a Temporada Alta fue 'Mi muñequita', de Gabriel Calderón que, con Blanco, es integrante del grupo Complot. Aparte de ellos dos, también ha pasado por Girona Roberto Suárez. Pero Blanco, gran impulsor de la autoficción teatral, es, dice Puig, uno de los clásicos del festival junto al belga Guy Cassiers y al lituano Oskaras Korsunovas.
El teatro uruguayo es muy parecido al argentino, aunque con menos recursos públicos y privados. Pero disfrutar de una figura estelar como Blanco, que reside en Francia, y que tiene un sello propio, hace que la relevancia del país a nivel europeo sea muy grande.
CHILE
En Santiago se celebra cada año el que es quizás el festival más importante de Sudamérica, Santiago a Mil. Y eso, asegura Puig, marca mucho la trayectoria del teatro chileno contemporáneo. Sin embargo, son tres los nombres que han pasado por Temporada Alta que debemos tener en cuenta: Teatro Cinema (estuvieron en el Grec 2016), Guillermo Calderón y Pablo Larraín. Puig recuerda, sobre todo, 'Villa + Discurso', de Calderón, una pieza donde salen todos los fantasmas de la dictadura de Augusto Pinochet. Solo texto y tres grandes actrices en escena. Y no nos olvidamos de Marco Layera, que a finales de octubres estrena en el Lliure 'Paisajes para no colorear'. Estuvo en el Grec 2015 con' La imaginación del futuro'
BOLIVIA, PARAGUAY y VENEZUELA
Para Puig son regiones inexploradas, donde "el teatro bebe mucho del folklore" y ellos, dedicados a las propuestas contemporáneas, no se han adentrado en ellas.
PERÚ
A pesar de llevar unos años haciendo Temporada Alta Lima, aún no ha llegado a Girona y Salt ninguna producción de este país sudamericano. Según Puig, hay dos líneas claras: la que sale del rincón más tradicional y otra de teatro físico que, aunque han paseado por Buenos Aires y Montevideo, no han llevado a Cataluña. Destaca, especialmente, la Compañía Teatro Físico. ¿Será Perú 'the next big thing'? Puig cree que Lima es una ciudad "en ebullición" y remarca que están invitando a mucha gente de fuera, además de tener un festival en Lima, el FAE, que se está haciendo un nombre.
BRASIL
El gigante sudamericano es un continente aparte. Con un gran dinamismo teatral, muchos nombres, tanto en danza como en teatro, "y una mirada más contemporánea que la mayoría de países latinoamericanos", a pesar de la depresión que están viviendo con el gobierno de Jair Bolsonaro. La artista brasileña por excelencia en Temporada Alta es Christiane Jatahy, una mujer que aterrizó en 2013 con una versión de la 'Señorita Julia' que tenía dos maneras de verla: como una obra de teatro convencional o a través de la película en directo que la directora filmaba. Desde entonces, así como crecía su prestigio europeo, con estrenos en todas partes, de París a Zúrich, la de Río de Janeiro se ha convertido también en una pieza clave de Temporada Alta. Este año nos trae 'O agora que demora'.
De danza contemporánea, por Girona y Salt ha pasado Grupo Corpo, una compañía de Belo Horizonte que ha trabajado codo con codo con los grandes músicos brasileños, como Gilberto Gil y Lenine, así como introduciendo en su lenguaje compositores universales como Chopin, Strauss y Brahms.
COLOMBIA
"El teatro colombiano bebía mucho de la tradición, pero tener en casa un festival tan potente como el de Bogotá ha hecho que se modernice", apunta Puig. Por Temporada Alta hemos visto La Congregación Teatro, en 2017, con 'Camargo', la historia de uno de los asesinos en serie más temidos de América Latina. Y tienen en la agenda a los veteranos Mapa Teatro y los más nuevos La Maldita Vanidad. Dos maneras de hacer teatro propias que están consiguiendo entrar en los grandes festivales europeos.
MÉXICO
"Con Argentina, México es uno de los países que tiene un teatro más variado, con un teatro privado y comercial muy potentes y todo un mundo de compañías pequeñas muy buenas, honestas, de trabajo artesanal", asegura Puig. Los primeros mexicanos que llegaron a Girona fueron los Teatro Línea Sombra, compañía que más tarde ha tenido bastante recorrido en Cataluña, en FiraTàrrega y en Barcelona. Después vendría otra tropa que es también un clásico del certamen, Largatijas Tiradas al Sol que, con el 'Tula' de este año, habrán traído hasta ocho obras a Temporada Alta. "De ninguna otra compañía del mundo hemos hecho tres espectáculos en un año", confiesa Puig. Fue en 2016, cuando presentaron 'Tijuana', 'Veracruz, nos estamos desforestando, o como extraño Xalapa' y 'Santiago Amoukalli'. Poca broma. El suyo es un teatro que bebe de la ficción documental, muy ligado a la historia de México y a la propia biografía de la compañía.
Otra compañía que podríamos destacar son Los Colochos, que en 2017 hizo una versión de 'Macbeth' a partir de la revolución mexicana, 'Mendoza'. Y no nos olvidemos de Shaday Larios y Microscopía, que en 2016 estrenó 'Primer álbum' con Jomi Oligor y Xavier Bobés, y este 2019 nos ofrece 'La melancolía del turista' con los hermanos Oligor.
CUBA
Y nos faltaba Cuba, país que es culturalmente muy importante, pero que, a nivel teatral, no nos ha ofrecido nada destacable. Puig dice que reciben mucha información de la isla caribeña y, sin embargo, "más allá de los grandes espectáculos para guiris, hacen poca cosa moderna".
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