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¿Quién es Katie Mitchell? La reina de Inglaterra (en el exilio) viene por primera vez a Barcelona
Por Andreu Gomila
Si hay un espectáculo del Grec que es especial, no es otro que 'Sombra (habla Eurídice)', una producción de la Schaubühne de Berlín dirigida por la directora inglesa Katie Mitchell a partir de una obra de Elfriede Jelinek, premio Nobel de literatura 2004. Y decimos que es especial porque se trata de la primera visita a Barcelona de una directora singular que hace muchos años que se encuentra entre los mejores de Europa y que, por desgracia, no habíamos tenido la oportunidad de ver jamás.
LA REINA EN EL EXILIO
Los medios británicos califican a Mitchell como "la reina de Inglaterra" en el exilio o "la mejor directora de escena viva". Poca broma, pues. Yo la descubrí a principios del siglo XXI con el montaje que hizo del 'Atentados contra su vida' de Martin Crimp en el National Theatre londinense. Nunca había visto nada como aquello, con vídeo en directo recreado en escena, diferentes acciones al mismo tiempo, toda la tecnología puesta al servicio del teatro. Brutal. En los últimos años, sin embargo, la han visto poco en su país. Y quizás tiene que ver que con lo que la apodaban: la "vándala" del teatro. "Esto ocurría hace diez o quince años, cuando trabajaba allí. Pero ahora voy muy poco y aquellos críticos no deben haber visto lo que he hecho en todo este tiempo. En el Reino Unido, les gustan más las interpretaciones conservadoras de los materiales clásicos, ya que necesitan reconocerse en el pasado", asegura la directora. Lo cierto es que casi la totalidad de sus producciones presentes, ahora mismo, vienen de Alemania, Francia y los Países Bajos.
DE LA GENERACIÓN DE CALIXTO BIEITO
La conversación con Mitchell es por teléfono. Ella está en Inglaterra y nosotros en Barcelona. Tiene ganas de que se vea 'Sombra' en el Grec, nos dice. Conserva muy buena relación con algunos barceloneses que también giran por Europa, como Calixto Bieito, con quien coincidió de estudiante en Estocolmo. Ambos son "eduardianos", es decir, austeros en la manera de vestirse y moverse. Ambos, también, comparten mucho la concepción de la puesta en escena como un artefacto artístico, en su radicalidad. Y en no ser muy queridos en casa. "Allí [en la Europa continental] quieren que el teatro se enfrente a la realidad cotidiana y no ven el texto de la obra como el más importante", afirma Mitchell. También dice que en Alemania, por ejemplo, están más interesados en el concepto, en lo que hay por encima, el por qué, lo que en su país, dice, no les interesa nada. Bieito, seguramente, estaría muy de acuerdo en eso.
LOS CLÁSICOS SE DEBEN REESCRIBIR
A pesar de una cierta preeminencia por los clásicos, la carrera de Mitchell está muy ligada a los grandes dramaturgos de nuestro tiempo, como el mismo Crimp, de quien ha montado media docena de espectáculos, Simon Stephens o Peter Handke. Pero ha sido a partir de los clásicos del teatro (Chéjov, sobre todo) y de la ópera con quien se ha hecho un nombre. En el Grec, de hecho, veremos la versión que Jelinek ha construido alrededor del mito griego de Orfeo y Eurídice. Ella cree que, "a la hora de hacer los clásicos no hay reglas". "Una cultura sana tiene que enfrentarse a los clásicos como si se hubieran escrito hoy en día: las interpretaciones de manera conservadora no valen, aquellos textos escritos hace tantos años se han de reinterpretar", dispara Mitchell.
FEMINISMO, ANTE TODO
Nacida en 1964, Mitchell es una de las pocas mujeres de su generación que estrena regularmente en los principales teatros de Europa. Y lo sabe. No es casualidad, pues, que su nombre estallara a nivel internacional con la versión de 'Las olas' de Virginia Woolf. O que ahora haya trabajado con Jelinek, así como antes lo hizo con Herta Müller, Premio Nobel de Literatura 2009. Sarah Kane, Alice Birch, Charlotte Perkins Gilman, Friederike Mayröcker o Lucy Kirkwood forman parte de su repertorio, así como la señorita Julia , las tres hermanas, las troyanas, Ifigenia, las criadas y Dido. "Siempre, desde el principio, me he preocupado por el rol de la experiencia femenina en el mundo, tengo una gran responsabilidad como artista mujer", dice. Y aclara: "Mis obras son actos políticos que se dirigen a las mujeres jóvenes que vienen detrás de mí". Cree que vivimos tiempos muy excitantes para las mujeres, ya que se están replanteando muchos temas, como la identidad de género, la diversidad... "Cada obra mía es una conversación con el movimiento feminista", indica. Dice, además, que está muy encima de lo que hacen las mujeres jóvenes de hoy, de quien ha aprendido muchas cosas, como las nuevas miradas sobre la identidad de género.
CINE DENTRO DEL TEATRO
'Sombra', sí, nace de las ganas de Jelinek de contemporaneizar la figura de Eurídice, pero Mitchell ha trabajado el texto más allá de las palabras de la premio Nobel austriaca, ya que, con Alice Birch, ha escrito un guión cinematográfico. De este modo, los espectadores verán una película en escena. Hace muchos años, cuando hizo 'Las olas', la directora tuvo que enfrentarse al problema que debía trasladar a escena una novela donde los personajes no hablan, sino que piensan. "El vídeo me permitía hacerlo a través de planos cortos, podía llegar más lejos, podía mostrar los detalles, que el plano general del teatro no te deja ver". Además, podía añadir una gran carga de subjetividad. Y es que el teatro de Mitchell rompe convenciones, géneros y, sobre todo, muchos prejuicios. Crea espectáculos totales donde los límites sólo los pone al espectador.