Ir al contenido principal
Barcelona cultura

Blog

Mathias Enard: "'Carrer Robadors' tiene un eco bastante interesante en la actualidad"

Vie 07/05/2021 | 09:30 H

Por Andreu Gomila

Mathias Enard es, sin duda, uno de los grandes escritores franceses contemporáneos. En 2015, 'Brújula' le hizo ganar el premio Gouncort, el más prestigioso de su país. Tres años antes, en 2012, había publicado 'Calle de los ladrones', una novela que narraba casi en tiempo real los acontecimientos de la Primavera Árabe a través de un personaje, Lakhdar, que vive en Tetuán y que, por culpa de una chica catalana, de quien se enamora, decide cruzar el estrecho de Gibraltar y plantarse  en la calle Robadors del Raval... Enard vive en Barcelona desde hace veinte años y conoce muy bien el barrio. Que Julio Manrique haya decidido montar 'Carrer Robadors' para la inauguración del Grec 2021, lo ha hecho muy feliz.

¿Cómo y cuándo descubres el Raval?
Llegué a Barcelona en 2000 y supongo que fue en este momento que empiezo a ir. Vivía muy cerca, en Poble-sec. Y el Raval no es que fuera mi barrio, pero sí un barrio muy importante. Después, hacia el 2008-2009, me mudé  allí. Hacia el 2010 instalé mi despacho en la calle Robadors.

"Quería escribir una novela de aventuras, como en directo, con los acontecimientos del momento, una especie de reportaje, con un narrador que no fuera yo"

¿Y a nivel literario?
Fue leyendo el libro de Juan Goytisolo sobre Jean Genet cuando descubrí la historia más precisa del barrio. Literariamente, todos los que han escrito sobre este barrio de Barcelona han sido decisivos. Pero también los que escriben sobre la Rambla, que es una especie de frontera. Recuerdo Nazario y otros personajes de los años 70. Es verdad que me gusta mucho explorar la relación entre literatura y geografía urbana. Y por eso leí mucho a los escritores que habían vivido o pasado un tiempo en el Raval.

Para la literatura francesa es un barrio importante...
De manera extraña, sí, porque está fuera de la geografía francesa. El otro día escuché un histórico de la literatura francesa de los años 60, Philippe Sollers, que decía tener recuerdos de su primer viaje a Barcelona, con 14 o 15 años, y de las putas del Cosmos. Me quedé muy sorprendido. ¡Uno más!

¿De dónde nace Lakhdar, el protagonista de 'Calle de los ladrones'?
Por lo que recuerdo, porque esta novela ya tiene diez años, durante todo el 2011 estaba muy pendiente de todo lo que pasaba en el mundo árabe, de la Primavera Árabe, de lo que pasaba en Marruecos, en Túnez y, sobre todo, en Siria. También en Barcelona. Y quería escribir una novela de aventuras, como en directo, con los acontecimientos del momento, una especie de reportaje, con un narrador que no fuera yo. En este momento fui a Tánger y también conocí a dos chicos de la calle Robadors que venían del Rif, de cerca de Tetuán. Eran menores no acompañados. Me contaron sus historias. Y así construí el personaje de Lakhdar. Por un lado, mi voluntad de escribir una especie de novela de aventuras contemporánea. Y, por otro, las historias de estos chicos.

¿Y de dónde viene su nombre?
No es muy frecuente en Marruecos, pero sí en Argelia. Es el nombre de un personaje de la gran novela argelina 'Nedjma', de Kateb Yacine, que es un escritor que me gusta mucho. Es un personaje que, como Lakhdar, siempre lleva consigo un cuchillo. 'Nedjma' explica, de manera metafórica, los acontecimientos de la guerra de Argelia.

"Necesitaba un narrador que tuviera pasión por escribir y Lakhdar siente pasión por los libros"

Lakhdar, ¿es un privilegiado?
Es verdad. Es un chico que, dentro de su desgracia, siempre tiene suerte. Era lo que me interesaba y es así como funciona la novela de aventuras. El protagonista siempre se encuentra gente nueva que lo lleva a un lugar y de aquí a otro lugar...

En cambio, Mounir, su compañero de piso tunecino en Robadors, no es como él...
Sus diálogos me sirvieron para explicar cómo se veía la Primavera Árabe en ese momento... Otros de sus amigos, como Bassam, tienen un destino diferente... Necesitaba un narrador que tuviera pasión por escribir y Lakhdar siente pasión por los libros.

¿Es tu novela más realista, más contemporánea?
Sí. Y lo es porque pretendía hacer un reportaje con elementos de ficción. Cuento todo lo que pasaba, casi a diario. Por ejemplo, la historia del barco en Algeciras, cuando la compañía cierra y deja a los trabajadores tirados, es todo verdad. Muchos personajes son reales, incluso el mismo Cruz: vi un reportaje de un señor que se dedicaba a eso, a repatriar cadáveres de marroquíes que habían muerto intentando cruzar el estrecho... Sí que es mi libro más realista, pero tiene una parte novelesca que le da Lakhdar y su visión del mundo.

¿De dónde proviene tu interés por el orientalismo?
Puede parecer extraño. No tengo ningún vínculo familiar con el mundo árabe y crecí en una zona donde había, cuando era joven, muy poca gente proveniente de otros países... Todo empieza por una pasión por los viajes, las diferencias, las lenguas, y luego, cuando empiezo a estudiar, me pregunto qué puedo estudiar que me lleve lejos. Estudié árabe y persa en París, lo que me permitió viajar bastante y muy rápido.

En los últimos años, sin embargo, ¿estás volviendo a casa? 'Brújula' se mueve entre los dos mundos y 'El banquete anual de la cofradía de sepultureros' pasa al lado de Niort, Nueva Aquitania, tu casa.
Quizás porque he escrito mucho sobre Oriente necesitaba dejar algún texto sobre Niort y su zona... Pero no sé si lo volveré a hacer. Los proyectos que tengo ahora entre manos miran, de nuevo, hacia Oriente.

"Lo que encuentro interesante del teatro es su relación con el texto, la posibilidad de disponer de una libertad absoluta ante un texto canónico o clásico"

¿Con Rabelais en la cabeza?
Tengo una gran pasión por Rabelais. Su escritura es genial. No son solo los monstruos, como Gargantúa, sino también la reflexión sobre la lengua, la ficción, un pensamiento muy de su época. Me fascina el Renacimiento. Es posible que algún día haga una novela histórica sobre este periodo. Ahora mismo, sin embargo, estoy mirando hacia el otro lado del Mediterráneo.

¿Te habías imaginado que 'Calle de los ladrones' se pudiera convertir en una obra de teatro?
Me sorprendió la adaptación que ha hecho Julio Manrique, porque me di cuenta de que sí, que podía convertirse en teatro. Y que, diez años después y en Barcelona, la obra adquiere otro sentido. Habla de Barcelona, de atentados, de los indignados, cosas que, queramos o no, dan forma al momento que vivimos ahora. Tiene un eco bastante interesante en la actualidad.

No ha caducado nada.
Es muy sorprendente.

¿Qué tipo de teatro te gusta?
Desde el clásico hasta cosas muy contemporáneas. Lo que encuentro interesante del teatro es su relación con el texto, la posibilidad de disponer de una libertad absoluta ante un texto canónico o clásico. Y ver cómo los puedes reinventar cada vez. Es fascinante.

SIGUE LEYENDO: Adichie, Coetzee, Agualusa... África contemporánea en 5 novelas