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Barcelona cultura

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Jomi Oligor y Shaday Larios: el paraíso perdido

Mié 30/10/2019 | 15:15 H

Por Andreu Gomila

Si hay una relación iberoamericana que haya fructificado de manera esplendorosa en los últimos años no es otra que la formada por el navarro Jomi Oligor y la mexicana Shaday Larios. Él, integrante con su hermano Senen de la tropa Hermanos Oligor. Ella, cabeza visible de Microscopía. Ambos creadores líderes de teatro de objetos y autores de 'La máquina de la soledad' (2014) que ahora tiene una réplica en 'La melancolía del turista', programada en Temporada Alta 2019 y que es una coproducción del Grec 2020. Jomi y Shaday también forman parte de El Solar, una agencia de detectives que cuenta con Xavier Bobés. Nos adentramos en la relación entre Jomi y Shaday.

SÃO PAULO
Shaday y Jomi se encontraron por casualidad en un festival en Sao Paulo y se dieron cuenta que tenían vidas paralelas respeto "a los objetos, las maquinitas", todos aquellos objetos pequeños e insignificantes que nos rodean y que ellos dotan de personalidad y vida . "La complicidad nació de manera muy rápida", nos dice Oligor. Así surgió su primer espectáculo conjunto, 'La máquina de la soledad'.

MÉXICO
De repente, Jomi se vio en México, con Shaday, abriendo una maleta con 600 cartas de amor de 1900. "Un gran hallazgo", afirma. Las eligieron y brotó aquel primer espectáculo. Y algo más, ya que hoy por hoy son pareja. "Nos entendemos sin hablar, saltan chispas", confiesa.

"Ponemos énfasis en el vínculo que tenemos con los objetos, que a menudo tienen más cosas que decir que nosotros"

The loneliness machine. Oligor & Microscopia from Microscopia y Oligor on Vimeo.

PARAÍSOS PERDIDOS
Para 'La melancolía del turista', dice Oligor, han llevado a cabo un intenso trabajo de campo en diferentes lugares vacacionales, "allí donde las personas entran en estado de suspensión". "Lugares que fueron paraísos y ahora están en decadencia y son paraísos perdidos", añade. A partir de ahí, asegura, analizan cómo debería ser "el lugar ideal, el lugar donde desconectar del mundo o más bien volverse a conectar con él". Estudian, por ejemplo, cuál es la imagen que el sitio vende, "esa idea  que existió, que ya no está, pero que sigue vendiéndose". Y lo hacen a través de postales, diapositivas, etc. Sin olvidarse de los propios recuerdos. "¿Dónde van los grandes momentos de la vida cuando ya no estás?", se pregunta.

OBJETOS VIVOS
Jomi dice que se dio cuenta de que hacía teatro de objetos al leerlo en el folleto de un festival barcelonés donde presentaban su primera creación los Hermanos Oligor, 'Las tribulaciones de Virginia' (2002). Es Shaday, nos avanza, quien ha teorizado más de los dos alrededor de este género teatral: ha escrito 'Detectives de Objetos'. Él solo remarca que lo único que hacen es enfatizar "el vínculo que tenemos con los objetos, que a menudo tienen más cosas que decir que nosotros". "Somos una especie de médium entre ellos y nosotros", añade.

Estreno 2019 Oligor y Microscopía from Microscopia y Oligor on Vimeo.

EL PÚBLICO
En sus espectáculos, tanto con Shaday como con Senen o con El Solar, no cabe mucha gente. Hacen teatro de proximidad. "Lo que me gusta del teatro es el carácter de encuentro, esto de decidir que esta noche, a las 8:30 de la tarde, nos sentaremos 46 personas concentradas en la misma cosa", dice. "Es un encuentro real", exclama. Y admite que cuando están encerrados en el taller, echa de menos eso, "de entrar en trance". ¿Y si hacen una función para 800? Entonces, dice, esto es imposible.

"El espectador también se siente de otra manera cuando le miran a los ojos, cuando siente la respiración de los que están a su lado: caen las defensas y eso hace que puedas acceder a su corazón, a lugares que suelen estar protegidos"

INTIMIDAD
Lo que ellos buscan es "entrar en las zonas desconocidas de los espectadores". "El espectador –afirma Oligor– también se siente de otra manera cuando le miran a los ojos, cuando siente la respiración de los que están a su lado: caen las defensas y eso hace que puedas acceder a su corazón, a lugares que suelen estar protegidos".

LA NIÑEZ
Oligor y Larios trabajan, sobre todo, la imaginería de la infancia, aquellas miniaturas, aquellos juguetes que provocan que los espectadores entren en regresión y rompan su armadura. "Está bien no perderla del todo, la infancia", dice él. Aquí, en este espacio, es donde ambos han encontrado referentes comunes, en "el espacio metafísico de la niñez, cuando los juguetes estaban vivos".