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Barcelona cultura

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Gran Bretaña no existe. Matthew Herbert y el Brexit

Jue 18/07/2019 | 01:45 H

Por Andreu Gomila

El músico británico es seguramente una de las figuras más singulares y esplendorosas de las artes europeas del siglo XXI. Desde finales de la década de los 90, ha publicado un montón de discos de música electrónica de corte minimalista de gran potencia y envergadura. Es un clásico contemporáneo. Ahora está enfrascado en un proyecto mayúsculo, muy político, que podremos ver en el Teatre Grec, la Brexit Big Band, y que ha tenido su correlato discográfico en 'The State Between Us' (2019). Su espectáculo forma parte de la consolidada colaboración entre el Grec y el Sónar.

¿Cuándo decidiste que harías este proyecto?
Al día siguiente del referéndum de 2016 me di cuenta que tenía que hacer algo. Europa ha sido algo muy, muy importante en mi vida y, a pesar de los resultados o pase lo que pase en el futuro, quería asegurarme de que la amistad y la colaboración que he mantenido con amigos y aliados europeos continuará siempre.

¿Cómo elegiste las atmósferas? ¿Por qué un Ford Fiesta, un desayuno inglés, un árbol alemán o el sonido de un ferry atravesando el canal?
Todos son símbolos. Intentaba encontrar qué significa la Gran Bretaña a través de metáforas e imágenes. Una manera de deconstruir la mierda tirada por la gente a favor del Brexit sobre lo que significa ser británico. Claro que, cuando te fijas en los detalles de lo que significa ser británico a través de sus símbolos, encuentras que todo se derrumba, como por ejemplo el mito de Jorge y el dragón, los orígenes de la bandera inglesa.

"Es un viaje a través de diferentes estados emocionales, desde la tristeza por lo que se ha convertido la Gran Bretaña, hasta la celebración por lo que podemos hacer todavía"

¿Cómo fichaste a los músicos europeos que te acompañan?
Trabajamos codo con codo con el British Council y promotores locales para encontrar músicos en cada una de las ciudades. Para los coros, hemos trabajado casi siempre con coros amateurs, lo que hace que tengamos cantantes de ochoo nueve años hasta 80. Hemos tenido mucho trabajo para coordinarlo todo.

¿Y cómo llevas a escena todo este proyecto mastodóntico?
Nos ha llevado tres años de trabajo, y cada actuación hace que todo evolucione un poco, pero esencialmente es un viaje a través de diferentes estados emocionales, desde la tristeza por lo que se ha convertido la Gran Bretaña, hasta la celebración por lo que podemos hacer todavía.

Has trabajado con la dramaturga Caryl Churchill y el músico Arto Lindsay. ¿De qué manera te han ayudado?
Trabajé en la obra de Caryl 'Drunk Enough to Say I Love You' hace muchos años y estaba buscando letras para un tema sobre la relación entre la Gran Bretaña y los EEUU. Así que le pedí permiso. Hace muchos años que conozco a Arto, así que le pregunté si sería tan amable de cantar para mí.

"Los medios británicos tratan el arte, el cine, el teatro y la música como un lujo, pero emplean a tres veces más personas que el sector financiero y levanta casi la misma cantidad de dinero"

¿Qué pierden los músicos británicos con el Brexit?
Tantas cosas, que es casi imposible enumerarlas. Es un desastre para las industrias creativas. Los medios británicos tratan el arte, el cine, el teatro y la música como un lujo, pero emplean a tres veces más personas que el sector financiero y levanta casi la misma cantidad de dinero.

¿Crees que hay una identidad europea relacionada con la música?
Históricamente, sí, había un sentido de la música europea, pero ya no existe.

Como un tema de tu disco, 'The State Between Us', te pregunto: ¿dónde está tu casa?
Es allí donde están mi mujer y mis hijos.

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