Me fascina la inocencia de Juana de Arco

Joana con tutú y camiseta de Superman. Joana en bambas. Joana en su infancia, defendiendo su inocencia, protegiendo su bondad. Ésa es Joana 2015. Batalla campal, la que han construido -inspirándose en el personaje de Juana de Arco- la actriz Raquel Ferri, el músico Javier Gamazo y el autor Pablo Ley, que ha colaborado en la dirección con Ester Villamor. Juana de Arco, símbolo del nacionalismo francés, que rompió el sitio de Orleans al frente de las tropas del rey Carlos VII, es sólo el punto de partida de este espectáculo que nació como un ejercicio de final de carrera, triunfó en el escenario del Eolia y ahora regresa dentro de la temporada (el Grec no hace temporada, es un festival) del Grec.

P.-Cómo empezó todo?

R.-Como un trabajo de escuela. Un día Raquel Ferri, una de mis alumnas, me esperaba en la puerta del Institut del Teatre y me propuso que preparáramos algo juntos. Yo ya le tenía echado el ojo y acepté con dos condiciones: que trabajáramos sobre un personaje que me fascina, el de Juana de Arco; y estuviéramos dispuestos a trabajar como locos Y así ha sido, un largo trabajo de investigación en el que partimos sin una línea de texto, explorando la infancia, descubriendo matices, improvisando Fue después cuando me puse a escribir Lo cierto es que nos sorprendió la reacción del público, que sale encantado, porque nos lo planteamos como un trabajo de final de carrera.

P.-Por qué Juana de Arco?

R.-Me fascina la inocencia del personaje. Me interesa su pulsión hacia la bondad, hacia el sacrificio.

P.-Y qué queda de Juana de Arco en Joana 2015?

R.- Con Raquel trabajamos al principio mucho sobre la infancia, sobre su infancia, sobre sus primeros recuerdos, sobre los Reyes Magos o sobre sus abuelos Y fuimos trabajando todos esos aspectos a través de improvisaciones. Y creo que, precisamente, en esos retazos de la infancia de Raquel, que ella explica de forma honesta y sincera, se encuentra una de las razones de que el espectador sufra un proceso de catarsis durante el espectáculo. Y es después de este preámbulo sobre la infancia cuando Raquel se va fundiendo con el personaje de Joana, de quien mantenemos los rasgos pero a quien no presentamos porque consideramos que todo el mundo ya sabe quién fue. Y Joana se enfrenta con el Mal que, de manera metafórica, representamos en esos hombres vestidos con corbata y maletín, en el poder de la City. Es una denuncia muy sencilla en la que el Mal se presenta como todo aquello que va en contra del Bien Común. Joana 2015 no deja de ser un cuento moral, un cuento muy tierno.

P.-Cómo construís los espacios?

R.- Desde la evocación. A través de la palabra y gracias a la contribución de la música, compuesta e interpretada en directo por Javier Gamazo, que consigue hacer surgir un castillo de la nada, tan sólo a golpes de música. En cierta manera es un diálogo entre Raquel y la música que va recreando lugares: el bosque, el pueblo o la City

P.- Cuánto tiempo habéis trabajado en Joana?

R.-Cerca de dos años, aunque podría haber sido menos. Pero este proceso tan largo nos ha permitido dejar que fuera fermentando, aunque sin manosearlo, y sobre todo tener todos muy claro qué es lo que queremos explicar: que en nuestro interior siempre hay algo bueno y que la vida vale la pena vivirla.

P.- Seguiréis trabajando juntos?

R.- Raquel ha entrado en la Companyia Jove del Teatre Lliure, así que ya veremos Pero hay otros dos personajes femeninos que me gustaría que trabajáramos de nuevo el mismo equipo (con Raquel, con Javier Gamazo y con Ester Villamor), que son los de Cassandra y Ofelia.