Esplendor tiene un regusto apocalíptico

Tras el éxito de Només són dones, que partía de una historia real para después ficcionarla, Carme Portaceli se adentra ahora en una ficción contemporánea, Esplendor, firmada por la dramaturga galesa Abi Morgan, que también es guionista de televisión y de cine (La dama de hierro, Shame, Las sufragistas). Míriam Iscla, que ya estaba en Només són dones, Lluïsa Castell, Gabriela Flores y Laura Albert protagonizan esta comedia claroscura que se verá en el Teatro Romea entre el 3 y el 17 de julio y que reafirma la presencia de las mujeres en la 40 edición del festival Grec.

P. Cuatro mujeres esperan a un presidente tiránico en Esplendor.Por qué sólo esperan sin hacer nada más?

R. Esplendor es un texto brutal, casi fraticida, sobre cuatro mujeres que esperan en un salón al presidente, que es el marido de una de ellas, en un momento en que el ambiente está enrarecido ya que fuera están pasando muchas cosas: está a punto de estallar una revuelta. Tras la Primera Guerra Mundial, el conflicto externo es ajeno al ser humano porque éste se da cuenta de que no puede saber qué va a suceder. Pero Esplendor muestra el conflicto por dentro, con una importante psicología de las relaciones.

P. Cómo es esta psicología?

R. Nos encontramos ante cuatro mujeres muy diferentes: la esposa del mandatario; su amiga, de formas amables; una intérprete; y una fotógrafa que desea que la envíen a cubrir un conflicto sin darse cuenta que ya se encuentra en medio del conflicto. La gracia radica en que el presidente no está y en que la historia se explica a través de flashes; lo importante es cómo la situación se muestra desde diferentes puntos de vista. En el fondo se trata de un texto bastante pinteriano, en la línea de Traición y Viejos tiempos. Y, en cierto sentido, también recuerda a Esperando a Godot, por el personaje ausente. Cómo se comportan estas cuatro mujeres es un aspecto que todavía estamos trabajando.

P. Qué dificultades han encontrado en los ensayos?

R. El reto radica en que el tiempo no es lineal y nos estamos rompiendo la cabeza para darle sentido encima del escenario, pero ya lo encontraremos. El orden cronológico, si va hacia delante o hacia atrás, no es importante. La clave es cómo transmitir la situación durante el tiempo de espera, las diferencias entre lo que pasa y lo que se dice. En ese aspecto, la historia tiene un regusto apocalíptico.

P. La inacción encarna uno de los signos de nuestro tiempo?

R. De alguna forma, sí. Nuestra sociedad tiene muchos retos pendientes pero poco a poco la solidaridad nos permite avanzar.

P. Cómo conoció el texto de Abi Morgan?

R. Me interesan los textos contemporáneos escritos por mujeres por la manera que tienen de explicar la realidad. Abi Morgan tiene una larga trayectoria en el cine, el teatro y la televisión. No he visto el montaje que ha protagonizado en Londres Sinéad Cusack pero sé que han vendido todas las entradas. Y también se hará una versión en Australia. Tenemos que representar más teatro escrito por mujeres porque nos queda un largo camino por recorrer. Abi Morgan conoce bien el mundo del cine dónde aún existen muchas desigualdades. Sólo hay que recordar que Julia Roberts protagonizó la revuelta de los tacones caminando descalza por la alfombra roja del último festival de Cannes para posicionarse en contra de la incomodidad del zapato alto. Qué se pongan ellos los tacones!