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Barcelona cultura

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El otro circo

Mar 07/06/2016 | 09:00 H

Pepa Plana es una payasa. Y dicen que de las mejores de Europa. Y ella será una de las protagonistas del apartado de circo del Grec 2016 con Paradís pintat. Pero Alexander Vantournhout no tiene ni pizca de gracia y no es que no luzca una nariz roja sino que permanecerá desnudo (tan sólo ataviado por unos zapatos de plataforma y unos guantes de boxeo) durante la hora que dura su espectáculo, Aneckxander; pero éste también se encuadra en el apartado de circo del festival. Son los dos extremos y en su interior Guadual y Circus Klezmer también encontrarán su espacio; Paradís pintat y Aneckxander son dos de los muchos extremos del amplio territorio que ocupa el circo contemporáneo y que expande sus límites desde la acrobacia hacia la danza y desde el circo más convencional hacia el teatro.

Es original y fascinante; raro, una especie de maravilla, dijo The Evening Standardcuando Aneckxander se presentó en el festival de mimo de Londres. Y bastante de eso hay en este espectáculo del acróbata belga Alexander Vantournhout que busca desfigurar los límites de su cuerpo para dotarlos de un nuevo sentido.

No sólo de amor y de buenas intenciones se nutren los grandes espectáculos y Circus Klezmer lo es: por la desbordante imaginación con la que tejen una estupenda trama a partir de unas cuantas cajas de cartón, por la precisa definición de unos personajes que apenas hablan, por los extraordinarios números acrobáticos, de funambulismo y de malabares, por la magnífica ambientación de la historia que nos cuentan, por las sorpresas que nos ofrecen, por la música en directo, siempre presente, por las carcajadas que nos provocan. () Precioso, escribía Begoña Barrena en El País en 2004, cuando se estrenó Circus Klezmer, un espectáculo que después de haber rodado por buena parte de Europa regresa a Barcelona, al anfiteatro del Grec, para despedirse de los escenarios. Circus Klezmer, que nace a partir de las pinturas de Marc Chagall y de la música klezmer, la música con que los judíos del este celebraban, reconstruye la cotidianeidad de un pueblo que prepara un banquete con la ayuda del humor yiddish.

Todo el teatro se transformará en un bosque de caña guadúa, con el fin de ambientar al público a que se traslade a la magia del Circo Guadual () Se trata de un circo formado por 10 artistas circenses de diferentes ciudades del Ecuador, como Ambato, Esmeraldas, Cuenca, Quito, Guayaquil, entre otras, quienes mostrarán sus destrezas como equilibristas, malabaristas, trapecistas, en las cuerdas, elasticidad; en un número compactado que transmitirá una misma historia bajo la dirección de Leandro Mendoza, el director de la compañía de circo Ciclicus, de Barcelona, España; quien presentó Pals, en la misma sala del TSA, en septiembre del 2015, explicaba el pasado mes de febrero el rotativo El Universo. Y es que este Guadual que ahora llega al Grec es una colaboración con acróbatas ecuatorianos y utiliza un material típico de la zona, el guadúa (una especie de caña de bambú), para construir sus acrobacias.

Por su trayectoria consolidada, con una destacada gira internacional con el espectáculo Penélope y su paso por el Cirque du Soleil, justificó el jurado su decisión de otorgar a Pepa Plana el Premio Nacional en 2014; y seguía: Propone el objeto de la risa en femenino. Encarna la mujer payasa, el universo de las mujeres en clave de humor femenino en un circo a menudo del todo masculino. Y eso es lo que seguirá haciendo en Paradís pintat, espectáculo en el que propone una mirada tierna, aunque también ácida, sobre el problema de los refugiados.