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Decálogo de un Grec que termina
Ramon Simó fue nombrado director del Grec en julio de 2011. Y lo abandonará a finales de diciembre de 2016 cuando ceda el testigo a Francesc Casadesús. Habrán sido cinco festivales y cientos de espectáculos; muchos esfuerzos, mucho trabajo, muchos retos... Cuando llegó, tenía un modelo en mente que esquematizó con un no más Shakespeares. Pero, su renuncia al de Stradford-upon-Avon no era más que una apuesta por lo contemporáneo, por unos escenarios fuertemente enraizados en el presente. Su envite se ha convertido en una de las señas de identidad del festival, pero no es la única.
Ahora, mientras hace las maletas, es un buen momento para las valoraciones y para que Ramon Simó nos explique cuál cree que es su legado, cuál es su huella, cuál es el sello que ha dejado imprimido en el festival, cómo es el Grec que cree que ha construido. Nos lo ha resumido en este decálogo:
I. Es un festival que se identifica con un espacio y que está centralizado en Montjuïc. Está pensado, además, como un momento de excepcionalidad
II. Se ha concebido como un festival de creación, que ha tratado de apoyar a los artistas y hacer posible las producciones, algo imprescindible en un momento de crisis económica. Hace unos años era difícil encontrar producciones de danza de medio o gran formato, ahora eso también está ocurriendo con el teatro Todavía hay problemas de producción por falta de recursos económicos
III. Ha demostrado que se pueden hacer coproducciones internacionales. Para conseguirlo, una pieza clave ha sido el IPAM (International Performing Arts Meeting) , donde no sólo hemos presentado espectáculos acabados sino también proyectos en proceso
IV. Ha hecho una labor de representación y de promoción activa de nuestros creadores y de sus espectáculos cuando hemos viajado por el mundo
V. Ha apostado por hacer política desde los escenarios con espectáculos que hablan de nuestro presente y ha acabado dando un impulso al teatro documental. Hemos potenciado la creación contemporánea con estéticas contemporáneas así como la producción de textos complejos, que es algo de lo que adolecen las programaciones regulares de la ciudad
VI. Ha trabajado a favor de los espectáculos que hibridan géneros, porque hacia ahí es hacia dónde va el futuro
VII. Ha dado un impulso importante al circo. Un impulso que debe crecer en el futuro
VIII. Ha ampliado el abanico de compañías internacionales que nos visitan. No hemos querido presentar tan sólo a las grandes compañías ya conocidas, sino que hemos querido dar a conocer a grandes compañías. Ahí están, por ejemplo, Ivo van Hove, Milo Rau, Luc Perceval, Peeping Tom, She She Pop o Circa
IX. Ha hecho una apuesta por acercarse y explicarse al público a través de experiencias como les Converses a les Biblioteques, los chats en abierto y las actividades formativas y de participación artística con los espectadores
X. Ha sido un festival abierto, sin temas predeterminados que podrían limitar al público. Hemos buscado la mejor calidad artística, con un único tema como premisa: nuestro presente.
Así han sido los últimos cinco años del Grec, los que ahora Ramon Simó atesora en forma de recuerdos en esas maletas que está a punto de cerrar. No está mal, verdad?
Cuántos momentos compartidos! Hasta la vista, Ramon!