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Carme Portaceli: "La cultura nos mantiene como seres humanos"
Por Andreu Gomila
Teatro urgente. Esto es lo que está preparando Carme Portaceli en 'No pasa cada día que alguien nos necesite (de hecho, no es nada habitual que alguien nos necesite)', una producción del Grec 2020 que la directora está levantando con dieciocho intérpretes, las Sey Sisters, Sol Picó y la dramaturgia de Albert Boronat y Judith Pujol. En este Grec 2020 tenía que estrenar su versión de 'La casa de los espíritus', que podremos ver el próximo año. Por ahora, nos quedamos con este espectáculo polifónico.
¿Cómo has elegido los textos?
He trabajado de una manera que me gusta mucho, tejiendo un formato ecléctico con un hilo interior que lo une todo. Y duele decirlo, pero me gusta mucho lo que estamos haciendo, ya que creo que llegaremos al corazón de la gente, con momentos preciosos.
Son textos muy diferentes...
Hay autores que no había usado nunca. Está desde el 'Diario del año de la peste' de Daniel Defoe a 'La peste' de Albert Camus, pasando por textos del mismo Albert Boronat, de poetas catalanas jóvenes como Anna Gual o Mireia Calafell, a Shakespeare, Llull, Koltès, Charlotte Brontë, Borges o pensadores como Josep Maria Esquirol y Hans Magnus Enzensberger.
¿Cómo los has cosido?
El hilo comienza con 'La peste' y cómo influye un estado general en la emocionalidad de la gente, porque Camus, al fin y al cabo, habla del individualismo, del egoísmo, del estar juntos. Después tejemos otro hilo que pasa entre los animales. Gracias al confinamiento, todos hemos visto que han ocupado la calle para reivindicar su lugar en un mundo del que nos habíamos apropiado... Finalmente, volvemos a la parte interior del ser humano.
La variedad de los intérpretes es muy grande.
¡Hay dieciocho! Son gente cercana a mí y de espectáculos que se tenían que hacer esta temporada y que han caído. De Eduard Farelo a Nao Albet.
"Yo no quiero hablar de teatro en el teatro. Lo que me gusta es hablar de los seres humanos, del miedo, de los anhelos"
Y lo está ensayando en tiempo récord.
Es lo que tenemos y nos va bien. Estamos ensayando entre Madrid y Barcelona.
El título del espectáculo proviene del 'Esperando a Godot', ¿verdad?
Sí, Beckett pone esta frase en boca de Vladimir, en un monólogo, donde también dice: "En este lugar, en este momento, la humanidad somos nosotros, nos guste o no»... Yo no quiero hablar de teatro en el teatro. Lo que me gusta es hablar de los seres humanos, del miedo, de los anhelos.
¿Has redescubierto a Beckett?
Sí, mucho. 'Final de partida', por ejemplo, me parece un texto maravilloso. En nuestra obra, también ponemos el monólogo de Lucky, de 'Esperando a Godot'. Beckett resuena tanto, hoy en día. Sus personajes, como nosotros, no saben qué les está pasando, pobres desgraciados. Beckett conoce el alma humana a fondo.
"Tenía y tengo una concepción de lo que era y es el teatro público que se me reafirma más que nunca. Ahora es muy necesario y se debe a la profesión"
¿Qué más has redescubierto?
Me gusta mucho Albert Boronat, porque es muy emotivo y tiene una sensibilidad esencial. Y Enzensberger, de quien he recuperado 'El hundimiento del Titanic', que es de una belleza, de una claridad...
¿La pandemia ha hecho que cambien tus intereses teatrales, las obras que querías hacer?
No mucho, pero sí estoy volviendo a cosas que había borrado un poco a lo largo de mi vida. Sí creo que, efectivamente, tenía y tengo una concepción de lo que era y es el teatro público que se me reafirma más que nunca. Ahora es muy necesario y se debe a la profesión. Durante la pandemia, una de las cosas más interesantes que han pasado es ver cómo los teatros públicos europeos hablaban entre ellos sobre la necesidad de la cultura y la necesidad de defenderla, codo con codo. La cultura es lo que nos mantiene como seres humanos.
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