¿Hubiera sido diferente la vida de Celso Giménez si hubiera escuchado otras historias cuando era un niño y hubiera descendido de un linaje diferente? El dramaturgo y escritor se lo pregunta en una historia que tiene mucho que ver con su familia. Le conocimos colaborando con La Veronal (Marcos Morau firma aquí la escenografía y el vestuario) o El Conde de Torrefiel pero, especialmente, en montajes como por ejemplo CINE (Grec 2017), Future Lovers (Grec 2019) o Renacimiento (2020), con Itsaso Arana y Violeta Gil, las otras dos integrantes del colectivo escénico La tristura. Ahora, el autor explora el peso de la herencia. Lo hace en solitario, aunque utilice métodos que, como en sus obras con La tristura, remiten a nuestra historia más inmediata. Sobre el escenario, tres mujeres jóvenes que ríen, bailan y tienen una historia que contar. ¿Es una historia fantástica que parece real o quizás sea una historia tan real que parece fantástica? La intimidad y la poesía se hacen políticas en un relato sobre la guerra y sobre un hombre, el abuelo de estas niñas zombi, que una noche en un bosque vivió un incidente que cambió su vida. ¿Quién murió realmente en aquel bosque? ¿Quién puede saberlo después de tantos años? ¿Si consiguen descifrar esta historia, este enigma de los tiempos, comprenderán algo también sobre sí mismas? Se dice que la primera generación que sufre un trauma, no habla de lo que les ocurrió, necesita encapsularlo. La segunda, tampoco, pues ha vivido el ‘shock’ de sus padres demasiado de cerca. Es la tercera, la generación más joven, la que puede adentrarse en la memoria de sus mayores. Es además, la última que puede hacerlo, porque la siguiente, ya estará demasiado lejos. Somos la tercera generación de niñas zombi, nos dice el autor, que nos invita a adentrarnos en esta historia, en esa noche, para tratar de descifrar quiénes somos y cómo hemos llegado hasta aquí.
Una producción del Centro de Cultura Contemporánea Conde Duque, Grec 2023 Festival de Barcelona, Grand Theatre de Groningen, Noorderzon Festival, MA Scène Nationale de Montbéliard, Auditorio de Tenerife y La tristura.
Espectáculo recomendado para espectadores y espectadoras a partir de 14 años.
Creación: Celso Giménez. En escena: Natalia Fernandes, Teresa Garzón, Belén Martí Lluch. Coordinación técnica: Roberto Baldinelli. Ayudantía de dirección: Iván Mozetich. Escenografía y vestuario: Marcos Morau. Iluminación: Alván Prado. Vídeo y cachivaches: Albert Coma. Espacio sonoro: Adolfo García. Producción: Ana Botía, Alicia Calôt, Elena Barrera. Realización de escenografía: David Pascual. Construcción de escenografía: Ou. Realización mobiliario: Mundo Prieto. Narrador: Celso Giménez. Voz teléfono: Nacho Sánchez. Distribución y comunicación: Art Republic (Iva Horvat, Élise Garriga). Prensa: Paloma Fidalgo. Fotografía y diseño gráfico: Mario Zamora. Cómplices en el crimen: Itsaso Arana, Violeta Gil. Agradecimientos: Mamen Adeva, Laia Ateca, Tanya Beyeler, Xavier Bobés, Max Brooks, Sergi Casero, Gabi Careto, Andrea Chapela, Olivia Delcán, Manuel Egozkue, Patricia Ferro, Tony Gallego, José Giménez, Pablo Gisbert, Marjan Gjorsheski, Elena Gómez, Aurora García, André Pronk, Pucho, Rafa Rodríguez, Nuria Román, Jorge Sevillano, Elif Shafak, Sara Toledo, Carlota Wilmshurst, Arian Yahyaee Ignataki, María Jesús Zamora, Miguel Ángel Villanueva y Covadonga Villanueva.