Como buena parte de sus obras, Jean Genet escribió Les bonnes, título original de Las criadas, en prisión. Se estrenó en París, pocos años después de que terminara la Segunda Guerra Mundial, y no, no fue precisamente un éxito, sino que en un principio público y crítica la rechazaron. Pocos se imaginaban que la historia de Claire y Solange Lemercier, criadas de una mujer de la alta burguesía, se convertiría en una pieza imprescindible de la dramaturgia del siglo XX. En la obra, ambas (Ana Torrent y Alicia Borrachero) protagonizan cada noche un ritual perverso durante el cual una encarna la personalidad de su señora y la otra, la de su compañera. Intercambian las identidades de manera alterna, quizás a falta de una identidad propia o quizás porque cada una tiene un poco de las demás, de la compañera y de la señora, y no podría existir de forma independiente. Son seres alienados y viven entre el odio y la rabia, aunque no sean buenas ni malas, sino que la bondad y la maldad conforman, a partes iguales, unas personalidades que las conducirán a un desenlace trágico. Luis Luque, un director formado con Miguel Narros y que ha colaborado a menudo, como en este caso, con el dramaturgo Paco Bezerra, lleva a escena la historia en un escenario absolutamente blanco. Y es que este blanco inmaculado quizás represente la enfermedad de la burguesía, un espacio empapado de una luz sofocante que condena a las protagonistas a una atmósfera enfermiza y enloquecida. O quizás constituya el contrapunto al siniestro ritual que cada noche retoman estas sirvientas abocadas a la infelicidad. Dos grandes actrices interpretan a las criadas protagonistas, mientras que un actor, Jorge Calvo, asume el papel de la Señora, un guiño al universo transgresor de Genet y un toque de atención sobre el papel del concepto identidad en esta puesta en escena. ¿Es realmente así esta Señora o solo es la forma en la que la ven estas criadas que se turnan para imitarla? Clase social, identidad, lo que desearíamos ser, pero no somos: de todo esto nos habla este montaje, un texto imprescindible de la dramaturgia contemporánea que, ahora, nos llega de la mano de Luis Luque, director artístico adjunto del Teatro Español de Madrid y de las Naves del Español en Matadero, que ha llevado a escena obras que van desde el Diario de un loco de Gogol (2013) al Alejandro Magno de Jean Racine (2016), pasando por La cantante calva, de Eugène Ionesco (2017), entre otras.
Una coproducción de Pentación Espectáculos y el Teatro Español.
El estreno del espectáculo tendrá lugar el miércoles, 30 de junio.
Autoría: Jean Genet Versión y traducción: Paco Bezerra Dirección: Luis Luque Interpretación: Ana Torrent, Alicia Borrachero, Jorge Calvo Espacio escénico: Monica Boromello Vestuario: Almudena Rodríguez Iluminación: Felipe Ramos Música original: Luis Miguel Cobo Videoescena: Bruno Praena Producción: Jesús Cimarro Ayudantía de dirección: Pablo Martínez Fotografía: Jesús Ugalde