Plaza de Sóller

Pl Sóller, 1

Es una plaza multifuncional del barrio de Porta, un espacio verde, arbolado y abierto a actos festivos y culturales.

Accediendo por el lado de montaña, la plaza de Sóller nos esconde su estructura en terrazas y el lago que separa el verde de la explanada pavimentada. Podemos hacernos una idea del conjunto caminando por cualquiera de las dos rampas que salen de los extremos y que recorren el perímetro de la plaza elevándose y generando un balcón mirador bajo el que se distribuyen los equipamientos.
En los primeros tramos de esta rampa nos acompañarán, trepando por el muro que va tomando altura, las ramas de una glicina (Wisteria sinensis). En primavera los ramos de flores, que crecen hasta 30 centímetros y que desprenden una fragancia perfumada, penden desde las barandillas hacia el jardín. En la parte opuesta de la plaza observamos, elevados, la plaza pavimentada, escenario de actividades del barrio, fiestas, audiciones y espectáculos. El lago, la cascada y el telón arbóreo cumplen la función de pantalla acústica y amortiguan el ruido de las calles más transitadas.

Historia

Fue inaugurada ya en plena democracia en 1983, para disfrute de todos los ciudadanos. Una victoria vecinal que es hoy una realidad viva y activa en formato de plaza de barrio y plaza ajardinada. Los arquitectos municipales A. Arriola, J. L. Delgado, J. M. Julià y C. Ribas respondieron a las necesidades vecinales y convirtieron los 22.000 m2 del espacio adquirido por el consistorio en una gran plaza, de la que 15.413 m2 se destinan a espacio verde y el resto a viales, plaza cívica y equipamientos y servicios situados en la parte inferior para aprovechar el espacio generado por la orografía existente entre la calle del Escultor Ordóñez y la calle del Estudiant.

Biodiversidad

Recorriendo los caminos que bordean los parterres iremos descubriendo gradualmente el espacio. El arbolado del parque se divide en zonas de predominio de árbol perennifolio, básicamente encinas (Quercus ilex) y cipreses (Cupressus sempervirens) y una zona de árbol caducifolio, con almeces (Celtis australis) alineados en un espacio central de la plaza con profusión de bancos.
Los caminos que nos llevan por el parque están enmarcados con hileras de álamos (Populus alba pyramidalis). Estos caminos nos acompañarán entre chopos, almeces y encinas, salvando los diferentes espacios en terrazas, en una suave pendiente. El desnivel se aprovecha para crear un salto de agua, que acaba en una lámina semicircular. Fuente y cascada separan la parte verde de la parte dura de la plaza. La lámina de agua acaba con una pequeña bahía de guijarros de río que recrean el aspecto de una pequeña playa.
Cerca de estas bahías, a ambos lados del lago, crecen los sauces (Salix babylonica) y pimenteros falsos (Schinus molle), también conocidos como sauce pimienta.
En la parte central del lago volvemos a encontrar, en altura, los chopos y, a su lado, las encinas. En un rincón de la plaza hay también cuatro palmeras canarias (Phoenix canariensis). Todo el perímetro está rodeado por una doble hilera de plataneros (Platanus x hispanica).

Arte y arquitectura

La plaza de Sóller tiene el privilegio de poseer una de las primeras muestras de arte contemporáneo en la calle situada en un barrio periférico. Fue un encargo de Oriol Bohigas, entonces delegado de urbanismo, al escultor Xavier Corberó dentro de un plan para monumentalizar la periferia. El escultor creó para la plaza, que en el momento de su urbanización era la más grande de Barcelona, un conjunto escultórico formado por 41 láminas finas, con formas redondeadas, que miden entre cinco y ocho milímetros de grosor, de mármol rosa de Portugal, mármol blanco almeriense y de ónix iraní. Materias frágiles y lujosas que evocan una barca, unas nubes, el sol y la luna. Una recreación de las islas Baleares y de la relación histórica mantenida con el barrio, razón por la que el escultor la denominó Homenatge a la Mediterrània.
Los planes pétreos de la escultura, muy delgados, son de una fragilidad extraordinaria, razón por la que también dejan pasar la luz. Así, las vetas de mármol y de ónix se reflejan sobre la lámina de agua y hacen que esta se incorpore al entorno como un elemento dinámico y cinético de la escultura.

  • Titularidad
    Centro público
Dirección:
Pl Sóller, 1
Districte:
Nou Barris
Barrio:
Porta
Ciudad:
Barcelona