Barcelona

La historia de Vil·la Florida está ligada a estirpes nobiliarias, jurídicas, eclesiásticas, comerciales e industriales catalanas documentadas desde 1600. Entonces, la masía pertenecía a la familia Santcliment, caballeros y miembros del Consejo de Ciento. Posteriormente, pasó a la familia Ramon, al convento de las Carmelitas Descalzas y a la familia de Nicolau Sivilla. La propiedad continuó cambiando de manos hasta que fue subastada públicamente y adquirida por la familia Garriga.
En 1902 vendieron la propiedad a la familia de Müller y estos al presidente de la Espanya Industrial, Rosend Llobet i Nicolau. Fue arrendada al entonces jefe provincial de Sanidad, que la destinó a escuela de puericultura. El centro estuvo operativo durante cuarenta años. Una vez acabada la actividad docente, en los años noventa, la villa sufrió un proceso de degradación hasta que en el 2004 pasó a manos del Ayuntamiento. Los jardines se rehabilitaron en el 2005, mientras que en el 2007 se abría la torre como Centro Cívico de Sant Gervasi.

A mano derecha, está la parte sombría. Allí veremos una palmera (Phoenix dactylifera), cerca de la que crece un ejemplar de arbusto floral del género Justicia. En los bancos que encontraremos podremos disfrutar de la sombra de un roble pubescente (Quercus pubescens), pinos (Pinus pinea), aligustres (Ligustrum japonicum), almeces (Celtis australis) y magnolios (Magnolia grandiflora). También crecen arbustos de laureles (Laurus nobilis), durillos y flores del amor (Agapanthus africanus).
En la fachada del jardín, hay grupos de abelias (Abelia floribunda), un palo rosa imponente (Tipuana tipu), una parkinsonia (Parkinsonia aculeata) y una jacaranda (Jacaranda mimosifolia).
El último espacio es la pérgola con enredaderas, la glicina (Wisteria sinensis) y los rosales emparrados.
En el patio de sablón se pueden contemplar palmeras (Washingtonia robusta y Phoenix canariensis) y naranjos (Citrus sinensis). Al fondo, un eucalipto (Eucalyptus globulus), jacarandas, fotinias (Photinia) y abelias.

La Biblioteca Joan Maragall, inaugurada en junio del 2014, permite disfrutar todavía más de este singular espacio. El proyecto, encargado al equipo Baena Casamor Arquitectes, ha hecho que las dos plantas del equipamiento se construyan aprovechando las pendientes y los desniveles de la zona y semienterrando parte del equipamiento. La biblioteca tiene una cubierta ajardinada para dar continuidad y uniformidad al jardín.
El proyecto ha recuperado el arbolado original, que se ha mantenido durante las obras con pinos (Pinus pinea), un castaño (Castanea sativa), tilos (Tilia tomentosa), una fitolaca, ombú o bellasombra (Phytolacca dioica), un cóculo (Cocculus laurifolius) ejemplar y una palmera (Phoenix canariensis).