Cuando entramos en estos jardines tenemos la impresión de que son propios de un rey. Y lo son, ya que fueron creados para un rey a principios del siglo XX. Los jardines de Joan Maragall son elegantísimos, con avenidas arboladas, amplias extensiones de césped, parterres de broderie, fuentes ornamentales, numerosas esculturas al aire libre y un palacete que fue, y aún es, residencia real.
Los jardines de Joan Maragall son un espacio lleno de serenidad, un mundo aparte donde solo se percibe el canto de los pájaros y el sonido del agua que mana de las fuentes ornamentales. Se entra por la puerta que hay en la avenida del estadio; lo primero que encuentra el visitante son grandes parterres de césped donde crecen árboles altísimos. De vez en cuando, ligeros desniveles bordeados de piedra van bajando suavemente por el terreno hasta que llegan al corazón de los jardines: el Palacete Albéniz.
Historia
Estos jardines tienen el origen en los que diseñó Jean-Claude Nicolas Forestier en los alrededores del pabellón real que se construyó en Montjuïc dentro del recinto de la Exposición Internacional de 1929. El objetivo del edificio fue doble: que Alfonso XIII dispusiera de un espacio para grandes recepciones y también que tuviera un lugar donde descansar un rato durante sus visitas a dicha exposición.
Acabada la muestra, se pensó ubicar el Museo de la Música de la ciudad, un proyecto que no prosperó, pero que sí determinó el nombre con el que se conoce el palacete y con el que, durante muchos años, se conocieron los jardines que lo rodean: Albéniz, en honor al gran músico Isaac Albéniz.
En 1970, los jardines se ampliaron y pasaron a llamarse Joan Maragall. Este es uno de los tres jardines de Montjuïc que, junto con los de Mossèn Cinto Verdaguer y Mossèn Costa i Llobera, fueron dedicados durante esta década a poetas catalanes.
Actualmente, el Palacete Albéniz es la residencia de la familia real española en Barcelona cuando están de visita oficial y de los invitados ilustres de la ciudad, y es sede de recepciones municipales de relevancia. Por ello, en determinadas ocasiones, los jardines están cerrados al público.
Biodiversidad
La vegetación de los jardines de Joan Maragall es, además de rica en especies, un buen ejemplo de la jardinería de principios del siglo XX y un espacio verde con grandes ejemplares arbóreos. Hay tilos y grandes ejemplares de coníferas, como el cedro del Himalaya, el cedro del Líbano, el pino piñonero, el pino blanco, el pino laricio, el ciprés, el ciprés de Arizona y el ciprés de Monterrey.
En este jardín hay especies tan mediterráneas como el olivo y la encina, además de otras tan poco frecuentes como la cica y la palmera excelsa. En una de las plazoletas que hay a los lados del palacete destaca un azufaifo que pertenece al Catálogo de árboles de interés local de Barcelona. Diferentes especies de chopos, el naranjo, el olmo y el pimentero falso están presentes en estos jardines.
Arte y arquitectura
El antiguo pabellón real que hay dentro de los jardines, conocido como Palacete Albéniz y construido en 1929, es un edificio de estilo neoclásico, obra del arquitecto Joan Moya. Construido detrás del Palacio Nacional, en 1970 fue ampliado y remodelado.
Además del edificio, en los jardines de Joan Maragall destacan un total de 32 esculturas de diferentes épocas y autores, algunas de gran calidad. Destacan Noia ajaguda (1950), de Joan Rebull; Nu a l’estany (1970), de Antoni Casamor; Cérvols (1967), de Frederic Marès; L’aiguadora (1862), de Louis Sauregeau; Dos tritons (1929), de Josep Viladomat; Susanna al bany, de Theophile Eugène; Al·legoria de la sardana (1965), de Ernest Maragall; dos desnudos femeninos, uno frente al otro, obra denominada Dona a la cascada (1970), Dona a la cascada (2) (1970) y Nu femení (1965), de Eulàlia Fàbregas de Sentmenat; Serena (1970), de Pilar Francesch; Noia amb casquet de bany (1970), de Marifé Tey; Dona ajaguda (1970), de Enric Monjo, y Dona amb nena y Dona amb nen (1970), de Luisa Granero.
Paisajismo y diseño
También hay una gran explanada que se extiende ante la fachada principal del palacete, flanqueada por dos amplias escalinatas que bajan desde la terraza en la que se encuentra la puerta principal del edificio. Una secuencia de estanques con surtidores y cascadas comparten protagonismo con un largo parterre de broderie.
A los lados de este ajardinamiento clásico y afrancesado, dos avenidas de tilos recortados de manera cilíndrica enmarcan la delicadeza de las pequeñas cercas vegetales que dibujan espacios llenos de flores.
Los anchos caminos de sablón permiten pasear e ir descubriendo los diferentes espacios en los que se divide, la mayoría con esculturas que completan su belleza.
Así, en la zona situada al lado del Palacio Nacional, donde está la entrada principal de los jardines, una gran avenida de magnolias con un largo estanque con surtidores en el centro conduce hasta los pies de la colina que hay delante del palacete. Encima, una plaza semicircular rodeada de cipreses y presidida por Serena hace de antesala de un pequeño anfiteatro.
A los lados del palacete hay plazoletas recogidas, con fuentes y albercas ornamentados con delfines y putti rechonchos. Detrás del edificio se extiende una amplia pradera sombreada por enormes pinos. Bajo las copas, unas cuantas mesas con sillas invitan a hacer una pausa.
Al final de la pradera, una escalinata que baja hasta la avenida de Santa Madrona comunica estos jardines con los de Laribal, otra joya de la montaña de Montjuïc. Antes de iniciar el descenso, una gran vista de Barcelona despide al visitante.
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- Teléfono
- Palauet Albeniz, de dilluns a divendres de 9 a 13 h: 93 316 10 94
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- Titularidad
- Centro público
- Dirección:
- Av Estadi, 69
- Districte:
- Sants-Montjuïc
- Barrio:
- el Poble-sec
- Ciudad:
- Barcelona
Horarios
Dies | Hores | ||
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Dissabte i diumenge i festius | de 10.00 h a 15.00 h |
Av. de l'Estadi: única porta d'accés oberta, la resta estan tancades.
Els jardins estan tancats quan hi ha actes oficials o visites institucionals al Palauet Albeniz. No es realitzen visites al Palau. Aquestes visites es concedeixen en casos extraordinaris a través de Protocol de l'Ajuntament de Barcelona.