Activada la alerta por viento
Ante los vientos fuertes en la ciudad, este miércoles, 20 de noviembre, se ha activado el Plan de actuación municipal por ventoleras, en fase de alerta. Se recomienda a la ciudadanía que extreme las precauciones y evite los lugares expuestos al viento. Se procedió a cerrar todos los parques de la ciudad.
Detrás de un muro de 250 metros de largo rebosante de buganvillas, hay uno de los jardines más señoriales de Barcelona: los del Palacio Real de Pedralbes. Tanto afrancesados como ingleses, un punto románticos y muy frondosos, lo cierto es que adentrarse en ellos nos transporta a un tiempo en el que la serenidad y la majestuosidad fueron elementos determinantes del paisaje.
Cuando cruzamos la magnífica puerta de entrada de hierro forjado, nos da la bienvenida un gran espacio en cuyo centro hay un elegante estanque ovalado con la escultura de una mujer en el centro.
Historia
La existencia de este parque tiene su origen en un incendio: el que destruyó, el día de Navidad de 1875, el edificio del siglo XVII situado en el Pla de Palau y que era la residencia de los reyes cuando visitaban la ciudad. La nueva residencia real, promovida en 1921 por el entonces alcalde de Barcelona, Joan Antoni Güell, se creó en una finca propiedad de la familia Güell, que la cedió y que disponía de un palacio que fue rehabilitado.
En 1926, el alcalde de Barcelona hizo entrega de la nueva residencia a Alfonso XIII. En 1931, proclamada la II República, el Ministerio de Hacienda hizo donación del palacio y los jardines al Ayuntamiento, que los abrió a la ciudad, y las dependencias reales se convirtieron en el Museo de Artes Decorativas. En la segunda planta del edificio se instaló la Residencia Internacional de Señoritas Estudiantes.
En el 2004, el Ayuntamiento cedió los jardines y el edificio a la Generalitat de Catalunya, y se utiliza eventualmente para actos y recepciones oficiales.
Biodiversidad
La antigüedad de estos jardines hace que encontremos especies poco corrientes. En la entrada, grupos de flores y, detrás, una ligera pendiente cubierta de césped con laureles y naranjos muy bien esculpidos y una pequeña cascada completan un conjunto de gran belleza.
Nicolau M. Rubió i Tudurí fue el encargado de transformar las tierras de cultivo y el jardín existentes en los jardines que hoy conocemos y respetó, entre otros árboles ya centenarios, un importante conjunto de cedros del Himalaya. Uno de los ejemplares forma parte del Catálogo de árboles de interés local de Barcelona, junto con el pino piñonero (Pinus pinea) que hay en la pradera situada al lado del palacio y una tuya articulada (Tetraclinis articulata) situada muy cerca del estanque que hay a la entrada del parque.
Además de los ya mencionados cedros del Himalaya, hay grandes ejemplares de cedros del Atlas (Cedrus atlantica), a la izquierda de la entrada del parque, y algunos ejemplares de cedro japonés y de cedro de incienso. También destacan las dos hileras de tilos situados en los ejes principales del jardín, que nos guían hasta el palacio.
Las coníferas están presentes en todas partes: pino piñonero, pino blanco, cipreses, cipreses de Monterrey y cipreses de Arizona. En cuanto a los arbustos, destacan los grandes laureles y el boj. Entre las trepadoras, la reina es la buganvilla y, entre las enredaderas, la hiedra.
Arte y arquitectura
En los jardines hay un sinfín de elementos singulares. El estanque que hay a la entrada del recinto está presidido por el desnudo femenino de mármol, Mediterrània, de Eulàlia Fàbregas de Sentmenat (1962). Dentro del parque encontramos Nu, de Enric Casanovas (1930), que representa a una mujer de pie, de tamaño natural y hecha en bronce. En el exterior del parque hay esculturas de piedra de diferentes autores realizadas entre los años 1928 y 1929: Figura femenina, de Àngel Tarrach; Al·legoria de Tarragona, de Jaume Otero; la alegoría dedicada a Lérida, Agricultura, de Manuel Fuxà; dos figuras femeninas, una de Josep Llimona y la otra de Enric Casanovas, y Marina, una figura femenina alegórica de la pesca, obra de Eusebi Arnau. Pero lo más destacado de la pradera que hay al lado del palacio es la escultura Nu femení agenollat, de Joan Borrell i Nicolau (1916).
Una escultura de Isabel II, levantando en brazos a su hijo Alfonso XII, obra de Agapit Vallmitjana i Barbany (1861), preside la plaza que da al palacio. Al fondo, otras esculturas redondean la ornamentación de esta zona de los jardines.
En el bosquecillo de bambúes está la fuente de Hércules, de piedra y hierro forjado, obra de Antoni Gaudí (1884). Durante muchos años, esta fuente permaneció escondida por la vegetación, y su existencia no se descubrió hasta 1984, cuando se realizaron importantes trabajos de limpieza.
Paisajismo y diseño
A ambos lados del estanque de la entrada empiezan los caminos de sablón que se entrecruzan por todo el parque y que permiten ir descubriéndolo. El camino nos permite acceder a un paseo central donde los tilos son los protagonistas.
Este es un espacio sombrío, igual que las zonas de descanso con bancos que vamos encontrando a ambos lados, con una vegetación densa y exuberante, donde destacan cuatro grandes jarrones. A ambos lados de este eje central hay grandes parterres regulares de césped.
Si continuamos hacia arriba, los caminos nos conducen hasta el Palacio Real, situado al fondo del parque. Delante de este, se abre una plaza semicircular, rodeada a ambos lados de una gran balaustrada ornamentada con bustos esculpidos en mármol blanco.
El recorrido nos llevará hasta dos obras de Antoni Gaudí: una pérgola parabólica cubierta de trepadoras (de hecho, un umbráculo) y, en un rinconcito, la fuente de Hércules, con una cabeza de dragón de hierro forjado desde donde mana el agua.
Un elemento más actual que encontraremos en los jardines es la Kolonihaven, una casita de juegos infantiles diseñada por el equipo de arquitectos Enric Miralles y Benedetta Tagliabue.
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- Teléfono
- Tel.: 010
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- Accesibilidad
- Accesible para personas con disminución física
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- Titularidad
- Centro público
Horarios
Periode | Dies | Hores | |
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de l'1 de novembre al 31 de març |
Cada dia | de 10:00 h a 19:00 h | |
de l'1 d'abril al 31 d'octubre |
de 10.00 h a 20.00 h |
Abans tenien un horari de tancament aproximat, en funció de l'horari solar
(tancaven quan es feia fosc, al capvespre).
Tanquen quan es celebren actes institucionals en el Palau.