Playas como espacio natural
¿Sabías que frente a las playas de Barcelona hay sumergido un parque artificial de arrecifes? ¿Y que en los fondos marinos del litoral barcelonés viven organismos como gusanos, caracoles, cangrejos, pulpos, sepias, estrellas o anémonas de arena? ¿O que en la playa de la Mar Bella se ha encontrado una tortuga boba? Descúbrelo en esta página.
Biodiversidad
El litoral barcelonés, a pesar de la transformación constante que sufre por la actividad del ser humano, incluye una biodiversidad que hay que reivindicar.
¿Cómo son los fondos marinos?
Los fondos arenosos acogen gusanos, caracoles, cangrejos, pulpos, sepias y algunos peces que han aprendido a camuflarse.
En el sustrato rocoso encontramos la mayor diversidad, sobre todo, peces como salpas, castañolas, sargos, escorpinas, salmonetes, cabrillas, lisas y, a veces, algunas especies de rayas. También encontramos una gran variedad de invertebrados, como estrellas, erizos de mar, holoturias y anémonas de arena.
Patrimonio natural
Las playas de Barcelona forman parte del patrimonio natural de la ciudad y, por eso, hay que cuidarlas y evitar hacer actividades que deterioren la calidad de las aguas y, por lo tanto, el hábitat de numerosos organismos marinos.
Para contribuir a aumentar el sustrato rocoso, delante de las playas de Barcelona hay un parque de arrecifes artificial sumergido. Los módulos que lo componen simulan las superficies y los agujeros de los fondos rocosos naturales y acogen varias comunidades de organismos marinos, vegetales y animales.
Los arrecifes, aparte de favorecer el bienestar de los fondos marinos y mejorar la pesca artesanal en el litoral de Barcelona, son una área muy atractiva para practicar actividades subacuáticas respetuosas con el medio.
Los ecosistemas marinos de posidonia son responsables de aproximadamente la mitad del almacenaje de carbono azul del mundo, es decir, del carbono que fija y acumula la vegetación costera del planeta: las marismas, los manglares y las praderas marinas.
En el mar catalán, los ecosistemas relacionados con el carbono azul están bastante deteriorados y solo ocupan, aproximadamente, 92 km2.
En este sentido, el Ayuntamiento de Barcelona fomenta la protección y el aumento de los actuales imbornales de carbono marinos (principalmente los bosques de praderas marinas del Garraf y del Maresme) entre los municipios del litoral barcelonés, a la vez que replanifica el modelo de usos de los espacios litorales en coherencia con una política de mejora continua de las prácticas ambientales y de prevención de la contaminación en el litoral, con el objetivo final de mantener la calidad, la biodiversidad, la productividad y el dinamismo de nuestro mar.
A mediados de julio del 2020 una tortuga boba (Caretta caretta) salió del agua en la playa de la Mar Bella para hacer su puesta. Es la primera vez que se tiene constancia de que una tortuga de esta especie escoge la ciudad de Barcelona para anidar.
De los 77 huevos que puso la tortuga, se decidió mantener 60 en la playa, a unos 50 centímetros de profundidad, y los otros 17 fueron repartidos para asegurar el éxito de crías.
El nido fue custodiado por personas voluntarias coordinadas desde el Centro de la Playa y el CRAM hasta la eclosión de los huevos, que empezó el 30 de agosto de 2020 y que concluyó con el nacimiento de 56 crías (véase la noticia).
En julio del 2021, después de pasar casi un año en cautividad, 24 tortugas nacidas en la playa de la Mar Bella de Barcelona se han liberado en el mar, en la misma playa donde nacieron. El proyecto de head starting, por el que los animales se mantienen en cautividad los primeros uno o dos años, está recogido en diferentes programas de gestión y conservación de la tortuga marina y pretende mejorar las tasas de supervivencia de la especie, que el primer año son de cerca del 1 %.
A la liberación, cerrada al público por las circunstancias sanitarias, han asistido representantes de las entidades responsables del programa: la Generalitat de Catalunya, el CRAM, el CT BETA de la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña (UVic-UCC), el Zoo de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona y las entidades que gestionaron el más de medio millar de voluntarios que participaron en la custodia del nido, coordinados por el Centro de la Playa: Anèl·lides, Ocean52, Oceanogami, No Más Colillas y WWF.
La nidificación de las tortugas en el Mediterráneo occidental es un fenómeno reciente que está creciendo de manera exponencial y que responde a una adaptación de los animales al calentamiento cada vez más rápido de las zonas de puesta tradicionales. La pérdida de playas originales aptas para la nidificación puede tener un efecto importante en la supervivencia de la especie a medio plazo y, por eso, tanto la comunidad científica como los gestores de la especie consideran que cualquier nido que se haga en estas nuevas zonas de puesta debe ser tratado con el máximo cuidado y hay que velar por su viabilidad.
Siempre que se encuentre una tortuga marina en la playa hay que llamar al 112, el teléfono de emergencias, para activar el protocolo y que personal experto pueda realizar una valoración del animal y de la zona. Mientras llega el personal técnico, hay que guardar silencio, respetar una distancia mínima de 30 metros con respecto al animal y evitar que otras personas se le acerquen. No compartas la ubicación en las redes sociales. Es muy importante no tocarla, no hacerse fotografías y no molestar al animal con ruidos o luces.
Para velar por que esta puesta y las que vengan sean un éxito, es muy importante la implicación de la ciudadanía, las personas voluntarias y las entidades.