Una mañana del mes de marzo, la sala Carlos Díaz, en el Institut Barri Besòs, acoge la comisión de programación del Barcelona Districte Cultural. Los espectáculos del ciclo son parte importante de la programación del espacio después de que este haya sido reestructurado y haya experimentado la renovación tanto del escenario como de sus camerinos y la mejora técnica del sistema de proyección, luces y audio gracias al Pla de Barris. Así que los alumnos del Institut se han convertido en programadores voluntarios de aquello que se verá en el escenario de su escuela.

En la comisión de programación, además de un grupo de estudiantes del Instituto barrio Besòs, participan miembros del equipo de Barcelona Districte Cultural y del Centre Cívic Besòs. Esta mañana, toca preparar el programa de la sala para el último trimestre del curso y se ponen manos a la obra. De cara al escenario, mirando una gran pantalla, Alba, Sara y el Oxana, de 4.º de ESO, junto con Albar de Bachillerato, empiezan a visionar videos de compañías de danza, circo y teatro. Entre pieza y pieza, intercambian impresiones y apuntan conceptos técnicos. “Lo que más me ha gustado han sido las compañías de danza, la verdad”, comenta una alumna.

”Más allá de lo que os guste, también tenemos que pensar en la intencionalidad de la programación“, apunta Germà, director del Centre Cívic. “Tenemos que reflexionar si queremos priorizar la presentación del equipamiento  al barrio, si queremos perfilarlo como un espacio rompedor, o queremos convertirlo en escaparate de diferentes artes”, continúa. Las jóvenes escuchan, hablan entre ellas y vuelven a mirar los videos de las nuevas propuestas la Edu, del equipo de Barcelona Districte Cultural, va explicando y poniendo en contexto. “Reflexionar y decidir el programa es en de por sí una actividad pedagógica”, comentará después Edu.