En la Escola La Pau, en el barri de la Verneda, las clases ya se han acabado, pero un grupo hace cola en la puerta. Son familias del barrio con sus pequeños – algunos niños y niñas son alumnos de la escuela, pero otros no – que esperan para entrar en la sesión del Prtit Cineclub que regularmente programa la sala La Pau en el marco del circuito Barcelona Districte Cultural. La Sala La Pau es otro de los espacios en el interior de una escuela que se ha convertido en equipamiento cultural del barrio gracias a la acción del Pla de Barris.

Padres y criaturas hoy han venido a ver La rata pirata i altres aventures per créixer, y los pequeños ríen y charlan impacientes. En la sala – reluciente y cálida en tiempos oscuros, revestida de madera y con un equipo técnica profesional – varias personas ultiman los detalles antes de iniciar la proyección. Unos trabajan en la escuela, otros en el Casal de Barri, otros en el Auditori Sant Martn (que es el espacio de quien depende la programación que llega a la sala desde el circuito BcnDCultural), al departamento de Cultura o al de Educación, pero todo el mundo hace red. Entre todos impulsan los usos de la sala, organizando los actos, programando, informando y dinamizando este espacio común para públicos diversos: criaturas, familias, vecindario, amantes de la música, del teatro, el cine o, simplemente, personas con ganas de salir de casa y encontrarse con otras personas.