Sabanni explica que apareció un mes de octubre bajo una col (cooperativista, ecológica y de proximidad). Cuando tenía 8 años se enamoró de él la hija del sultán de Persia, que, cuando se enteró de tal circunstancia, lo hizo encarcelar en la cueva de Alí Babá. Años más tarde, Sandokán, hombre fuerte y vigoroso donde los haya, pasaba por allí acompañado de su famoso tigre de Bengala y lo liberó de aquel despropósito.

Dice que creció, viajó y vivió muchas aventuras en tierras lejanas. Hasta que, una noche tropical, durmiendo a la intemperie bajo una palmera amazónica, un pequeño y desgraciado mosquito de afilado aguijón le picó en la punta de la nariz. La nariz se le hinchó, redondeó y se le puso colorada.  El chamán de guardia le diagnosticó pallasitis aguda crónica y le advirtió de que aquello no tenía remedio.
 
Desde entonces forma parte del bestiario del circo, y con sus zapatones, la bicicleta Rodeta y la maleta Cartró, recorre plazas, calles y fiestas, con el único propósito de hacer pasar un buen rato a todo el mundo. 

El habitante de Mataró Jordi Saban ha trabajado como payaso junto a artistas como Jango Edwards y Tortell Poltrona. Ha participado, entre otras, en producciones del Circo Cric y Comediants y colabora con Payasos Sin Fronteras desde el año 2000.

Actualmente dirige su propia compañía, Cia. Sabanni, con las producciones Balla Menut, Sol i fa plou y Amb P de Pallasso.