La Medida de Gobierno para la Digitalización Abierta define un proceso de cambio profundo, progresivo en la manera en que la ciudad desarrolla y ofrece sus servicios a sus ciudadanos. Busca una mejora radical en los servicios públicos digitales, basados en nuestros Estándares Éticos Digitales, en particular el uso de software libre, estándares abiertos, soberanía de datos, desarrollo de servicios digitales de manera ágil y asegurando privacidad, ética y seguridad por diseño.
Se trata de un cambio decisivo que pone las personas en primer lugar en el diseño de servicios gubernamentales y refuerza sus derechos digitales. La ciudad busca la soberanía tecnológica para el control total de los servicios de las TIC y las infraestructuras, y el uso ético de los datos para ser más abierta y transparente, a la vez que profundiza en la soberanía de los datos por parte de los ciudadanos. Las metodologías de desarrollo ágiles harán los servicios digitales de la ciudad más efectivos, y con la transformación de la contratación pública, la ciudad fomentará la innovación en la industria local, fortaleciendo pequeñas y medianas empresas tecnológicas.
A través de los datos abiertos y estrategias de datos para el bien común y el uso de herramientas de software libre, Barcelona tiene como objetivo garantizar mejoras en la transparencia y la interoperabilidad basadas en formatos de datos abiertos y un conjunto de servicios y aplicaciones interoperables y reutilizables, a la vez que adopta tecnologías de mejora de la privacidad y la preservación de los derechos que protegen la información auto-determinada de los ciudadanos. Esto sentará las bases para un futuro digital centrado en las personas, para que las ciudades puedan acceder a un conjunto de herramientas de políticas y directrices que permita desarrollar tecnologías y plataformas basadas en los derechos de los ciudadanos que conduzcan a la innovación social a largo plazo.