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“El de consumo es un cooperativismo popular: ¡2.800.000 personas en Cataluña no es poca cosa!”

Entrevistamos a Anna Puig, directora de la Federación de Cooperativas de Consumidores y Usuarios de Cataluña (Coopsconsum), y Jordi Rojas, presidente de la cooperativa Opcions y vicepresidente de Coopsconsum.

17/12/2024 - 09:22 h

En una época marcada por las fiestas de Navidad, la más consumista del año, tiene mucho sentido hablar de consumo consciente y responsable. Dos personas de la federación Coopsconsum reflexionan sobre cómo este modelo transformador ofrece una alternativa sostenible y solidaria que sitúa en el centro a las personas y no a los beneficios. También nos explican cómo esta propuesta está plenamente alineada con la Estrategia ESSBCN2030 para tener un impacto positivo en la ciudadanía.

-¿Cuántas cooperativas están actualmente federadas en Coopsconsum y cuáles son los sectores más representados?
-Anna Puig (AP): Ahora mismo tenemos sesenta y siete cooperativas federadas activas. Uno de los sectores más representados es el de las cooperativas agroecológicas, pero esto no quiere decir que entre ellas sumen un número mayor de personas usuarias. Porque tenemos veintiún sectores dentro de la Federación. Entre ellos el energético, que con solo cinco cooperativas está en pleno crecimiento y prevemos que en 2025 aumente el número de federadas.

-¿Qué tipo de servicios y herramientas ofrecéis a las entidades para mejorar su gestión y su día a día?
-AP: Estamos en el punto de encontrar qué ofrecemos y qué somos para las cooperativas. A pesar de que el principal motivo por el cual muchas están presentes es por el apoyo que facilitamos a procesos relacionados con la parte más jurídica, también reivindicamos que estamos abiertas a que la Federación sea la herramienta para todas. Estamos haciendo visitas a las cooperativas para detectar qué pueden necesitar. Queremos que sientan que son Federación y proponer todo aquello que quieran impulsar. Para el año próximo nos hemos planteado hacer formación del modelo de cooperativismo de consumo para las socias dentro de las entidades.

-¿Qué acciones estáis implementando para promover la colaboración y la complicidad entre las entidades?
-AP: Nos planteamos hacer un encuentro de todas las cooperativas de la ciudad para ver retos y valorar si tiene sentido hacer algo más territorial. Al final, los retos son conjuntos. Estamos explorando cuáles son las necesidades de las federadas.

-¿Cómo se conciencia a la ciudadanía sobre la importancia del consumo responsable? ¿Ha habido un crecimiento de este en Barcelona?
-AP: Mi percepción es que ha aumentado, porque las federadas van creciendo en número de socias. Dentro de la economía social y solidaria, no solo del cooperativismo de consumo, se conciencia haciendo lo que estamos haciendo: comunicar y darnos a conocer. Nuestras  cooperativas y nosotros como Federación somos organizaciones de personas consumidoras y, por lo tanto, una de nuestras tareas principales es promover el consumo responsable. Damos visibilidad a todo lo que están haciendo y los recursos y acciones que están creando las cooperativas.
-Jordi Rojas (JR): Concienciar a la ciudadanía tiene que ver con toda la acción de información. Antes, la Federación era reactiva; cuando una entidad tenía una necesidad, esencialmente jurídica, pedía ayuda. Ahora es proactiva, busca la base social. Es muy importante agruparse y tejer estrategias conjuntas. En Barcelona hay muchas iniciativas que promueven un consumo responsable y tenemos que evitar duplicarnos y dividir fuerzas.

-¿Qué papel juegan las políticas públicas a la hora de fomentar la intercooperación entre las entidades y el consumo responsable entre la ciudadanía?
-JR: Reivindicamos políticas públicas en favor de las mayorías y del bien común. El consumo consciente tiene que ver con la construcción de un modelo social y económico en favor de la ciudadanía y no de los beneficios. Los dos grandes ejes son lo que hacemos directamente para la ciudadanía en general, más allá de nuestras bases sociales, y la incidencia política. No incrementaremos de manera significativa el consumo consciente si no estamos acompañados de políticas públicas valientes. La toma de conciencia individual es la condición sine qua non para que pasen cosas, y que esto se convierta en un proyecto colectivo es el segundo paso. Las políticas públicas tienen que tener claro que esto es importante para la ciudadanía y apostar por construir un nuevo modelo. Sin esto, es muy difícil que las cosas crezcan de forma importante.

-Estáis adheridas a la Estrategia #ESSBCN2030, participáis de los grupos de comunicación y consumo y sois parte del Grupo Motor Ampliado. ¿Cómo valoráis su importancia?
-JR: Algunos de los principales valores de la Estrategia es que se da un contexto que en teoría estaba en la Federación formalmente, pero no en la práctica hasta que llegó el nuevo consejo rector. La Estrategia se ha definido desde un grupo participativo muy amplio y con este nuevo consejo rector algunas hemos participado de todo este proceso de la Estrategia y la sentimos muy nuestra. La Federación, a través de la Estrategia, está tejiendo alianzas y complicidades con otras entidades de la ciudad. Vemos en la Estrategia un espacio de ciudad con un alcance mucho más allá, porque influye en las políticas públicas del país.

-¿Cómo ha afectado la Estrategia en vuestras dinámicas de trabajo y en la definición de vuestros objetivos a medio y largo plazo?
-JR: El hecho de participar nos está dando más contexto, más velocidad, más alianzas y, por lo tanto, nos está dinamizando. La Estrategia nos da un espacio de intercooperación sin el cual algunas de nuestras líneas estratégicas no serían posibles. No nos interesa inventar nuevos espacios, sino entrar donde la gente ya está articulada para poder intercooperar y tener mucho más impacto.
-AP: La Estrategia nos ha dado mucho impulso para los proyectos que incluso ya queríamos. No tiene sentido que lo hagamos solas, al margen de la ESSBCN2030, que nos ha ayudado a hacer red mucho más rápidamente.

-¿Nos podéis dar algunas cifras actualizadas destacadas del cooperativismo de consumo en Cataluña y en Barcelona?
-JR: Más de 2.800.000 personas consumidoras usuarias de nuestra base social, con casi 6.300 puestos de trabajo de los cuales casi 5.500 son en forma de socias de trabajo. Y la facturación cerrada del último año, 2023, es de 1.321 millones.

-¿Cómo valoráis la relación entre las cooperativas de consumo y otros actores de la ESS en la ciudad?
-JR: Todavía hay un recorrido enorme a hacer, y es un recorrido lento. Una parte importante de nuestra base social son cooperativas pequeñas, centradas en una actividad muy concreta y con mucha dificultad para encontrar espacios de intercooperación. La Federación es un gran vehículo para que tengan la conciencia de formar parte de algo más grande que sus cooperativas. Esto también es válido para atraer a cooperativas que todavía no están asociadas.

-¿Y cómo valoráis la entrada en funcionamiento del Bloc4BCN?
-JR: El impulso del Ayuntamiento de la mano del sector de un equipamiento de estas dimensiones tiene un valor incalculable. Dicen que no somos el hub cooperativo más grande de Europa. No lo sé, pero, tanto si lo somos como si no, estamos generando algunos instrumentos referentes. Es clave, pero también es clave pensar que Bloc4 no lo es todo, y que el cooperativismo hace otras cosas sin las cuales probablemente Bloc4 perdería sentido.

-El cooperativismo en Cataluña ya tiene 125 años. ¿Cuáles creéis que son sus grandes retos y oportunidades de futuro en Barcelona en lo relacionado con el consumo responsable?
-JR: Los retos siempre son crecer y hacerse más fuertes y, por lo tanto, significar más en la vida de las personas y en las grandes cifras macroeconómicas y microeconómicas. El reto es ocupar cada vez más espacio del que actualmente ocupa una economía centrada en el beneficio. Es una obligación intentar ocupar los espacios que ahora ocupa la economía mercantil y saber, a pesar de que trabajamos en 21 ámbitos, dónde tenemos capacidad de ser más influyentes. Cuando existen grupos que ejemplifican que hay maneras de hacer cosas diferentes y funcionan, es más fácil que los otros se animen a hacerlo. Tenemos que ser capaces de identificar aquello donde nos conviene poner más energía para crecer más rápidamente.

-Para el próximo 2025, ¿tenéis algunas acciones destacadas que os gustaría poder explicar?
-AP: Dar más respuestas a las necesidades de las cooperativas federadas. Queremos continuar manteniendo la incidencia política, pero también poner fuerzas en resolver necesidades de las federadas y generar estos espacios para compartir retos, crear más oportunidades para las cooperativas y ayudar a algunas a hacer el salto de escala. También queremos mejorar en el ámbito comunicativo y tener más presencia en el Bloc4BCN; sumarnos, a partir del ESSBCN2030, en este espacio.
-JR: El cooperativismo de consumo quiere, así mismo, contribuir al fortalecimiento del cooperativismo en general. Para nosotros es importante la mirada de la CoopCat (Confederación de Cooperativas de Cataluña). El cooperativismo de consumo está haciendo una apuesta por fortalecer el cooperativismo del país. El 125 cumpleaños ha sido una buena muestra, porque confederalmente podemos hacer cosas muy potentes, pero también lo es la Universidad de Verano. Nosotros representamos el cooperativismo popular. 2.800.000 personas no es poca cosa, en el marco de los 3 millones y pico de cooperativistas del país. Por lo tanto, tenemos una capacidad alta de llegar a la gente y lo tenemos que poner al servicio del cooperativismo en su conjunto.