La Transición a través del objetivo de Carlos Bosch

El pasado 22 de junio fallecía en Buenos Aires, a la edad de 75 años, el fotógrafo argentino Carlos Bosch, en palabras de los organizadores de la exposición que estos días le dedica el Palau Robert "el periodista gráfico más importante, representativo e influyente en los medios de comunicación de Cataluña y España desde 1976 hasta 1987". La muestra, abierta hasta el 15 de noviembre, lleva por título Yo no susurro, grito, en referencia a que su fotografía era una mirada sin concesiones, y está centrada en los años de la Transición española. El mismo Bosch estuvo colaborando en su preparación con Manel Sanz y Paulina Flores, los comisarios, pero su muerte repentina hace que la exposición se haya convertido en un acto de recuerdo y homenaje al autor de las instantáneas.

El visitante puede ver 62 fotografías estructuradas en tres apartados. En el titulado Vida cotidiana se presentan temas relacionados con la inmigración, la Iglesia católica o la muerte, así como las consecuencias que tuvo, todavía en los años ochenta, la Guerra Civil. En el apartado Fascismo se muestran imágenes de concentraciones de la ultraderecha en Madrid y en Paracuellos o el atentado contra la revista El Papus. Finalmente, en el apartado Cataluña aparecen cuestiones como la recuperación de la calle, la cultura o imágenes de los representantes políticos y sindicales. La muestra se completa con periódicos y revistas de la época, documentos de donación a la Generalitat y libros referenciales para Carlos Bosch.

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