
La antítesis ‘queer’ de Bernarda Alba
Raúl Hidalgo retrata a miembros de la comunidad LGTBIQ+ en un piso abandonado que había sido La casa de la portera.
Hasta el 21 de enero se puede visitar en la Sala Ruinas del Centro Cívico Pati Llimona la exposición titulada La casa de la portera, del fotógrafo barcelonés Raúl Hidalgo.
El proyecto, ganador del Visionado SIGMA 2021, toma el nombre de un piso construido ilegalmente en la azotea de un bloque del barrio de Sant Antoni. Como no se podía alquilar ni vender, después de la muerte del hijo de la portera la vivienda quedó abandonada y “encapsulada en el tiempo”.
Hidalgo explica que, “al ver este espacio completamente devastado, me cautivó la carga emocional contenida y decidí darle una segunda vida hasta que lo derribaran”. Desde entonces, el fotógrafo invita a artistas y amistades suyas de la comunidad LGTBIQ+ para hacerles retratos. De esta forma, el autor abraza el género de la fotografía intimista. Así como Larry Clark inmortalizó su mundo más personal en Tulsa, Hidalgo ofrece una mirada al queer desde su propia experiencia y pertenencia al colectivo. Y lo hace casi siempre recurriendo al claroscuro e inspirándose en la pintura de Caravaggio para reflejar la autenticidad y los aspectos humanos más recónditos.
La casa de la portera se inspira en La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca. El tema central de la obra teatral es la represión y la libertad, encarnadas por los personajes de Bernarda y Adela, respectivamente. En cierto modo, La casa de la portera es su antítesis, ya que en ella no tienen cabida ni la represión ni la intolerancia.
El 19 de enero a las 19 h, el autor conducirá una visita guiada en la que explicará los procesos y las metodologías de trabajo que ha seguido en las distintas etapas de desarrollo de este proyecto artístico, que consta de 80 fotografías y una pieza de vídeo de 10 minutos.