Las razones para apuntarte a los talleres de la Xarxa de Centres Cívics de Barcelona pueden ser de lo más diversas: salir de la rutina laboral, aprender nuevas habilidades, mejorar la salud y el bienestar, redescubrir el barrio o fomentar la creatividad pueden ser motivos de peso muy convincentes. Pero, a cada uno lo suyo. Cada cual sabe las motivaciones que le empujan a pasar un buen rato en el centro cívico de confianza. Aquí tienes diez motivos más que no te esperabas:

1. Para evitar una crisis existencial frente a la nevera. Si siempre te preguntas qué cenar sin encontrar respuesta, un taller de cocina te puede salvar de quedarte en blanco mirando la luz del frigorífico.

2. La mejor excusa para huir de una cena aburrida. “No puedo, tengo taller de construcción de terrarios” suena mucho mejor que “No tengo ganas de escuchar al tío contar la misma anécdota por vigésima vez”.

3. Para tener una coartada sólida en caso de investigación criminal. “¿Dónde estabas el miércoles a las 19.00 h?” “En un taller de costura en el centro cívico.” ¡Nadie sospecharía de alguien que hace costura!

4. Para poder hacer fotografías profesionales de la comida de Navidad. Los recuerdos familiares son una gran responsabilidad. Si sabes cómo hacer la fotografía perfecta de la escudella y la carn d’olla, podrás demostrar a la familia que no solo tienes la mano rota para la cocina, sino que también eres un as haciendo fotografías.

5. Por si algún día te encuentras en medio de una competición de baile. Si alguna vez apareces en una fiesta de cumpleaños y te encuentras en un concurso improvisado, es mejor que sepas moverte con gracia. Un  taller de danza te evitará quedarte plantado.

6. Por si alguna vez te confunden con un traductor. ¡Que no te quedes sin palabras cuando te pregunten por el significado de un soneto de Shakespeare o un aforismo del Principito! Si aprendes idiomas, ¡quién sabe!, ¡quizás algún día acabes traduciendo la serie de moda!

7. Para prepararte para el fin del mundo. Cuando todo falle, saber fabricar cestas de mimbre o reconocer plantas comestibles puede ser tu salvación. Apúntate a los talleres de artesanía antes de que sea demasiado tarde.

8. Para cuando los robots decidan conquistar el planeta. Aprender a dominar el móvil o saber programar podría ser la diferencia entre vivir en un mundo de máquinas amables o acabar al otro lado de un procesador de datos.

9. Para demostrar que eres más culto que tu mascota. Cuando tu gato te mire con superioridad, podrás decir: “Sí, quizás tú eres independiente y elegante, pero yo hago un taller de escritura creativa”.

10. Para poder decir “yo ya lo hacía antes de que se pusiera de moda”. Que no te pase como con la cerámica, la restauración de muebles o el yoga. Apúntate a los talleres y aprende nuevas habilidades antes de que se hagan demasiado populares.