Neus Ballús: “Hasta que no haya cineastas de todas las realidades sociales estaremos consumiendo un cine incompleto”
Hablamos con la directora y guionista sobre su película “Sis díes corrents”, que se proyectará el 19 de diciembre en el Casal Mas Guinardó.
Sis dies corrents es una historia con tres protagonistas, Moha, Valero y Pep, trabajadores de una pequeña empresa de fontanería y electricidad en las afueras de Barcelona. Híbrido entre ficción y documental, y reconocida a nivel nacional e internacional con varios premios, la película se podrá ver el 19 de diciembre a las 19 h en el Casal Mas Guinardó, en una sesión con formato cinefórum organizada por el propio casal y la Asociación Lonestar. Hablamos con Neus Ballús, directora y guionista del filme, sobre su exitosa comedia.
¿Cómo surge la idea de crear Sis dies corrents? ¿Qué te inspiró para contar la historia de estos trabajadores?
Tenía claro que quería hacer una película sobre el mundo de los trabajadores que entran en casas ajenas. Al principio no sabía si sería sobre fontaneros, personal de mudanzas… El compañero de mi madre, que me ha hecho de padre durante muchos años, es fontanero, y él me contaba muchas historias que le pasaban, y me parecían muy cómicas y a la vez muy reveladoras del comportamiento humano y comunitario. Así que finalmente me decanté por el mundo de la fontanería.
Has trabajado con actores no profesionales para esta película. ¿Cómo fue el proceso de selección?
Hice un casting de calle o casting salvaje, como lo llaman en Francia, que consiste en ir a los lugares donde crees que puedes encontrar los perfiles que te interesan. Así que fui al Gremio de Instaladores de Barcelona, donde muchos fontaneros toman clases de reciclaje. En esos cursos hice trabajo de campo, y hablaba con las personas que me parecía que podían encajar en la película. Vi a más de mil personas.
¿Qué ventajas y desafíos supuso esta elección de actores no profesionales?
En este tipo de películas, el guion siempre va después. Primero elijo a los personajes que quiero que protagonicen la historia, observo su personalidad, conozco cosas que les han sucedido… Ellos no tenían guion, sino que pasamos dos años preparándolos para que supieran improvisar y generar situaciones, y para acostumbrarse al proceso de filmación de un rodaje. Les fui guiando. Yo dirigía la situación hacia donde me interesaba. El resultado fue una película de ficción concebida para que la realidad entrara por todas las grietas.
En este caso, esa famosa frase que dice que la realidad supera a la ficción debería sustituirse por “la realidad y la ficción van totalmente unidas”.
Sí, son indisociables.
El filme trata temas como la convivencia, los prejuicios y las relaciones humanas. ¿Qué reflexión querías transmitir con esta historia?
Claro que tengo cosas que decir a través de las películas, pero quiero que sea el espectador quien complete el mensaje y saque sus propias conclusiones. Es evidente que, al elegir tres perfiles como los que aparecen en la película, se genera un diálogo sobre cómo convivimos, especialmente en la clase trabajadora: cómo está estructurada y cómo vive estas diferencias. Siento que, desde la esfera política, se habla mucho de tolerancia y respeto, pero es la clase trabajadora la que está en la primera línea, la que más vive estas situaciones en el día a día, y donde más aprendizaje se está generando.
¿Cómo ves la representación de la multiculturalidad y la diversidad en el cine actual?
Creo que en el cine tenemos un enorme problema de representación; en un porcentaje muy alto está hecho por hombres blancos de una clase determinada. Esto, inevitablemente, aporta una mirada concreta sobre el mundo. Yo soy la primera mujer de mi familia que estudió en la universidad, he vivido en Mollet del Vallès en un contexto de mucha inmigración, soy hija, en parte, de inmigrantes de Aragón, y tengo mucha conciencia de lo que se refleja en esta película. Hasta que no tengamos cineastas de todas las realidades sociales de nuestro país, estaremos consumiendo un cine incompleto.
¿Qué esperas que el público se lleve después de ver ‘Sis dies corrents’?
Lo que me está pasando con esta película es que muchas personas me han dicho: “Oye, tienes que venir a filmar mi historia, que es buenísima”, o que un camionero se acerque y me diga que contratará a un conductor de otro país. Veo que muchas personas se han sentido interpeladas, han visto que la película les hablaba, se ven reflejadas. Sienten a los personajes muy cercanos. Espero que, quienes aún no la hayan visto y, por ejemplo, vayan el 19 de diciembre al Casal Mas Guinardó, puedan reflexionar desde esa cercanía. Quizás hay personas que han visto Sis dies corrents y, por primera vez, han sentido que podrían ser protagonistas de una película. Me hace muy feliz pensar que la película ha contribuido a dignificar determinados colectivos. Además, Sis dies corrents es una comedia, y es fácil y agradable de ver. Me apetecía romper con el estereotipo de que el cine social solo puede ser serio; una comedia también puede abordar temas comprometidos.