Espíritu vecino
Urbanizada en 1878 por el arquitecto Josep Artigas, la plaza de la Virreina mantiene el espíritu vecino gracias a la iglesia y a las casas bajas de obreros que todavía quedan en pie en uno de los lados. La iglesia de Sant Joan, muy sencilla, es de la misma época. Dentro todavía se puede ver la capilla del Santíssim, que es de estilo modernista. En uno de los extremos de la plaza, destaca la escultura denominada Ruth, de Josep Maria Camps.

Una plaza con preferencia para peatones
Esta es una de las plazas preferidas por los vecinos del barrio, siempre muy concurrida. Solo pasan coches por uno de los lados, lo que la hace muy tranquila. Está junto a la calle de Torrijos, donde están las salas de cine Verdi Park.