Parque de Joan Miró
El parque de Joan Miró ocupa el solar del antiguo matadero de la ciudad, equivalente a cuatro manzanas de L'Eixample.
Este es un parque que ofrece al visitante una sorpresa en cada una de sus numerosas entradas, ya que dan acceso a espacios muy diferentes tanto en la estructura como en los usos. Es un parque para estar en él, escogiendo la zona en función de lo que se quiera hacer.
En el pinar, cada día se reúne el vecindario para charlar en la terraza de uno de los quioscos bar, o mientras los niños se entretienen en una de las seis áreas de juegos infantiles del parque, una de las cuales, la de mayor tamaño, es accesible. En el palmeral, los aficionados a la petanca disponen de pistas y quienes tienen perro pueden pasearlo en una gran área de 720 m2.
También es el primero en el que se dio un nuevo uso a espacios urbanos con equipamientos obsoletos. Situado en los terrenos que había ocupado el antiguo matadero de la ciudad, es un buen ejemplo del nuevo modelo de estrategia urbana iniciado con la democracia, basado en la dignificación de la periferia y la recuperación del centro de la ciudad. El nuevo planeamiento del espacio urbano hizo posible el crecimiento progresivo de un espacio público extenso y de calidad, del que este parque es una pieza emblemática.
Actividades que se llevan a cabo
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Actividad finalizada