La construcción del depósito de aguas se vincula a la existencia de una mina de aguas que atraviesa la propiedad: los documentos históricos explican que en 1361 la corona cedió la propiedad y el uso del agua a Bartomeu de Climent. A principios del siglo XIX, se hizo una concesión real a favor de Jacint Roig y, más tarde, en 1876, la adquirió Salvador Homs i Roca con la obligación de mejorar la finca.
El Depósito del Rei Martí se descubrió en 2001. Está junto a la Torre Bellesguard, el inconfundible edificio en forma de castillo del arquitecto Antoni Gaudí, edificado sobre los restos de la última fortaleza en la que vivió, entre los años 1408 y 1410, el rey Martín I el Humano. De ahí el nombre del depósito de aguas. El recinto, de 585 m2, consta de 7 naves longitudinales llenas de arcos y con 30 pilares. Está justo debajo de una área verde que se habilitará como espacio de recreo para los vecinos.