En 2021, el COAC impulsó el Centro Abierto de Arquitectura con la voluntad de dar mayor proyección a la vertiente cultural que el propio colegio hace tantos años que promueve. 
En Barcelona, el proyecto para el edificio del Colegio de Arquitectos de Cataluña nació de un concurso que se celebró en 1958, y consta de dos partes: un cuerpo bajo de forma trapezoidal (que contiene el espacio de exposiciones y el salón de actos) y una torre de ocho pisos de altura.
La última intervención en el edificio se realiza con la voluntad de convertirlo en el Centro Abierto de Arquitectura de Barcelona. El nuevo proyecto, aprovechándose de su ubicación privilegiada, crea una ágora central conectada con el espacio público exterior y comunica física y visualmente una secuencia de espacios comunes existentes. Estos espacios comunes son el acceso al edificio, una planta altillo (para exposiciones), el salón de actos, el Espai Picasso (que se flexibiliza y tiene opciones de compartimentación), la segunda planta y la terraza, que genera el cambio de volumetría del edificio. Por consiguiente, en la segunda planta aparece un nuevo mirador interior-exterior sobre la plaza Nova, donde se prevé que se puedan llevar a cabo diversos eventos culturales abiertos a la ciudadanía, y que enfatiza la voluntad de convertir el edificio en un punto de encuentro.