Pasear por el yacimiento del Born es una experiencia única porque se trata de un conjunto arqueológico excepcional. Protegido por el antiguo mercado del Born, quedó sepultado en pleno centro de la ciudad durante tres siglos, desde la capitulación de Barcelona el 11 de septiembre de 1714 hasta su descubrimiento en el 2001.
Mide 8.000 m2 y se conservan los restos de 42 calles y 60 casas de finales del siglo XVII y principios del XVIII que permiten hacerse una idea fidedigna de cómo era Barcelona en aquella época. Los objetos y la documentación encontrados también nos explican cómo se vivía: era una ciudad diversa, conectada con el mundo gracias a una fuerte actividad comercial, bien alimentada, apasionada por los dulces, con gusto por los colores vistosos y los adornos en la indumentaria y que se entregaba a menudo a la fiesta, la danza, la música, el teatro y el juego.