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Arcadi Oliveres (1945-2021) fue muchas cosas: maestro, inspirador, activista, escritor, investigador por la paz, infatigable conferenciante, agitador de mentes…, pero, a la hora de plasmar por escrito su pensamiento pacifista, fue, probablemente, el más prolífico de su generación. Intentar recoger en un único volumen una selección de sus escritos sobre la paz es una tarea tan fascinante como difícil. Jordi Algué y Mar Valldeoriola aceptaron el reto, y el resultado —el libro Papers de pau, editado por el Instituto Catalán Internacional para la Paz y Angle Editorial— es excelente. Y lo es en diferentes sentidos, al menos en cuatro, en mi opinión.

En primer lugar, el volumen no deja de ser, de algún modo, una breve historia del movimiento por la paz en Cataluña y en España, del que Oliveres, sin lugar a dudas, fue uno de los pioneros y artífices. Desde los años setenta del siglo pasado, su implicación en todas y cada una de las reivindicaciones sociales vinculadas al pacifismo es constante, y el libro es una buena muestra de ello: la lucha contra la pena de muerte y la reivindicación de la paz en los años setenta; los agitados ochenta y la movilización contra la OTAN, que tanto daño hizo, pero que resultó tan útil a la hora de cohesionar el movimiento pacifista.

De esa época, Algué y Valldeoriola también recuperan uno de los primeros artículos escritos sobre la objeción fiscal, tema que después el movimiento pacifista lideró, pero que hasta ese momento era bastante desconocido en Cataluña. De los años noventa, destacan el trabajo contra el armamento desproporcionado, la industria bélica y las consecuencias económicas de la inversión en armamento, así como la defensa de la insumisión y la reivindicación del 0,7% a cooperación para el desarrollo. A partir del nuevo siglo las reivindicaciones del movimiento pacifista se diversifican, ensanchando temáticas, y así lo recoge también el volumen. Repasar los escritos de Arcadi Oliveres nos permite conocer la evolución del movimiento.

Un divulgador de la paz positiva

En segundo lugar, Oliveres fue un divulgador en el sentido más amplio y noble que podemos imaginar. Un divulgador de la paz. Y lo hacía con una variedad de registros enorme. La diversidad de los textos recogidos en el volumen así lo atestigua. Encontramos desde cartas enviadas al presidente hasta la transcripción de alguna de sus míticas charlas, textos de análisis de la situación del movimiento por la paz, artículos de periódico y escritos científicos fruto de su labor investigadora en la universidad. Arcadi era un todoterreno capaz de modular y adaptar su discurso, dependiendo del público y el objetivo que buscaba.