Survey Barcelona, el álbum familiar de la ciudad
- Libros
- Pliego de cultura
- Jul 23
- 6 mins
La fotografía necesita de objetivos, pero no es objetiva, coinciden en afirmar Valentín Roma, Adrià Goula o Susan Sontag. No lo es Survey Barcelona, un álbum familiar en el que uno no encuentra lo que espera. Un libro que, al hojearlo, más que melancolía despertará nuestra curiosidad y nos echará a la calle. Nos llevará a aquel barrio extremo y nos hará descubrir nuevos rincones y lujos compartidos. Como buen álbum de fotos, gracias a él conoceremos a nuevos miembros de esta familia que es la ciudad.
Es cierto que los surveys fotográficos son una tradición en Barcelona; nos gusta fotografiar la belleza de la ciudad y, por qué no, también su crudeza. Pero la reciente edición de Survey Barcelona. Una mirada fotogràfica sobre les transformacions de la ciutat, 2015-2023 no es otro reportaje fotográfico más. Es un libro sin pretensiones de neutralidad, cargado de intención y de emociones, las de un fotógrafo que ha optado por desvelar ideas a través de la fotografía. Adrià Goula ha sido el coordinador de los dos volúmenes de Survey Barcelona, que no pretenden dejar indiferente al lector (o al espectador, mejor dicho).
¿Y de dónde nos viene esta obsesión por fotografiar la ciudad y esta autoestima recalcitrante? Valentín Roma, director artístico de La Virreina Centre de la Imatge, responde sugiriendo algunas de las razones de nuestro empeño: defiende los surveys como una forma de discernir la historia mientras sucede, de visibilizar emergencias sociales y de producir subjetividad colectiva. Pero ¿es capaz un libro de hacer todo eso?
Los surveys son una forma de discernir la historia mientras sucede, de visibilizar emergencias sociales y de producir subjetividad colectiva. Pero ¿es capaz un libro de hacer todo eso?
Sí, si entendemos que la cámara es una herramienta no ajena a lo que sucede, tras la cual hay una persona que ha vivido aquello que enfoca. La fotografía necesita de objetivos, pero no es objetiva. No lo es según Valentín Roma, ni según Adrià Goula, ni según Susan Sontag. Porque no da datos; aporta conceptos disfrazados de mirada. Y en este caso, Goula ha optado por diez conceptos que concurren en una mirada coral de las transformaciones de Barcelona en los últimos ocho años.
Diez puntos de vista y diez fotógrafos, pero no diez barrios. Los surveys tradicionales tienden a dividir las ciudades en sectores, en los cuales cada profesional fotografía el estado de la cuestión. Pues bien, este último reportaje editado por el Ayuntamiento de Barcelona revierte la tradición para dejar de trabajar por cuadrantes o áreas de la ciudad. Los diez conceptos propuestos articulan el libro con más o menos vitalidad según la destreza de la cámara y el interés de aquello que fotografía, pero, sobre todo, nos permiten comprender un proyecto de ciudad más allá de la ciudad de proyectos.
Los diez conceptos propuestos nos permiten comprender un proyecto de ciudad más allá de la ciudad de proyectos.
La mirada menos antropocéntrica es el fruto de las cámaras de Xavi Bou y Joan Diví, que juntos han fotografiado la vida, haciendo visible lo invisible, congelando la fauna a través de sus objetivos. Con ellos descubrimos rituales de apareamiento de mariposas en el Carmel, halcones peregrinos en la Sagrada Familia o erizos, los nuevos inquilinos de la Clariana, el parque de las Glòries. Porque es en los parques donde la biodiversidad se hace más visible, donde las personas, la fauna y la flora se encuentran.
Milena Villalba ha fotografiado los parques, y en ellos ha encontrado socialización y juego, pero también arquitectura y vegetación construyendo ciudad a dos manos. Porque es así como mejora la ciudad, entretejiendo verde y construcción con usos y funciones inesperados. Y así lo ha entendido Andrés Flajszer, que ha fotografiado los usos. Misión complicada, ciertamente, presuponiendo que el fotógrafo es capaz de inmortalizar el movimiento de la gente. Flajszer lo intenta, y lo logra aceptando que el caos no es más que superposición de órdenes, y que su objetivo es captarlos. Si a este caos le sumamos doce horas, la vida se oscurece y da paso a la noche. Sí, la noche, cuando todos los gatos son pardos, cuando no vemos lo malo y lo inapropiado queda disimulado. Es entonces cuando la cámara de Aitor Estévez hace de paparazzi para descubrir nuevos usos de aquellos espacios, objetos y lugares anodinos a la luz del sol.
Y ahora dejemos la cámara casi a ras de suelo y miremos la superficie con los ojos de Pedro Pegenaute. El panot, los adoquines y el asfalto, mucho asfalto. Demasiado, tal vez. Las superficies de Pegenaute no son planas ni aburridas; son curvas, culpables, peligrosas y divertidas. Son los lugares desde los que miramos ensimismados el cielo, o el aire, como diría Jon Tugores. El fotógrafo ha enfocado lo que no se ve: el aire desde el aire. Y sus fotografías nos hacen desear ser Godzilla o cualquier otro monstruo de película apocalíptica yanqui, con la suerte de ver el mundo desde lo alto. Para ver el verde, el que capta Simona Rota con un infinito Pantone cromático. También podremos ver la arquitectura que fotografía Adrià Goula insertada en la urbe como si siempre hubiera estado allí. Eso sí, hay algo que Godzilla no podría hacer: no podría entrar en nuestras casas. No podría ver cómo de diferentes son dos viviendas iguales cuando las ocupamos y las llenamos de vida, como explica la cámara de Maite Caramés. Ni podría disfrutar los interiores benthamianos que Pol Viladoms descubre en los equipamientos. Y eso es algo que no le cambio a Godzilla por nada.
Son dos volúmenes cargados de fotografías, de aquellas que a todos nos gustaría poder ver una y otra vez, casi como si se tratara de álbumes familiares.
Dos volúmenes cargados de fotografías, de aquellas que a todos nos gustaría poder ver una y otra vez, casi como si se tratara de álbumes familiares de los que desempolvamos de ciento en viento. Tal vez porque en cierto sentido lo son. Porque la ciudad se convierte, a través de la mirada espontánea de diez fotógrafos, en parte de nuestra familia. Porque a través de este libro nos acercamos a su intimidad y a su cotidianeidad. Y eso, no nos engañemos, nos gusta. Nos gusta tanto como abrir nuestro antiguo álbum de fotos y recordar momentos pasados. Solo que, con este Survey, no es necesario ponernos melancólicos, basta con salir a la calle a disfrutar de la ciudad; hic et nunc.
Survey Barcelona. Una mirada
fotogràfica sobre les transformacions
de la ciutat, 2015-2023
Ayuntamiento de Barcelona, 2023.
Dos volúmenes
312 páginas
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