La ciudad solidaria

Oriol Pàmies, textos / Carles Javierre Kohan, infografías

Las desigualdades económicas y sociales no dejan de crecer tanto a escala global como local. Para revertir esta situación, han surgido en Barcelona una serie de iniciativas que aspiran a la justicia global, donde individuos, comunidades, identidades, generaciones, etnias y organizaciones convivan en paz, opten a los mismos derechos y tengan cubiertas las necesidades básicas. Por este objetivo trabajan tanto los entes públicos como ciudadanos a través de ONG.


 

Alto nivel de ejecución

La inversión municipal en cooperación internacional mantiene en los últimos años un alto nivel de ejecución, por encima del 90%, y se canaliza mayoritariamente a través de la convocatoria anual de subvenciones para ONG y entidades. Todas las iniciativas se enmarcan en ejes y objetivos establecidos en el Plan Director de Cooperación para la Justicia Global.

Amistad con Ucrania

A raíz de la invasión rusa de febrero de 2022, Barcelona empezó a ayudar a los servicios municipales de la capital ucraniana, Kiev. Primero se gestionó la donación de vehículos de bomberos, generadores eléctricos y material sanitario y para el rescate de personas, y desde el mes de octubre siguiente se tendió un puente humanitario estable con la firma de un acuerdo de colaboración y amistad entre ambas ciudades.

Los destinos prioritarios

El quinto plan cuatrienal de cooperación internacional canaliza los recursos del Ayuntamiento de Barcelona hacia cuatro ámbitos de la justicia global y cinco ejes estratégicos en torno a los cuales se estructuran los programas de cooperación, que en gran parte se ejecutan en alianza con otras administraciones y entidades. Las zonas geográficas prioritarias son el Mediterráneo y Oriente Próximo, África al sur del Sáhara, México, Centroamérica y el Caribe, América del Sur y, en general, las zonas en conflicto.

Actuaciones en el Sur y en casa

Los tres primeros ejes estratégicos despliegan actuaciones principalmente en países del Sur, mientras que los otros dos incorporan acciones locales (Barcelona, Cataluña, Estado español y Unión Europea). Todos ellos pueden incluir actuaciones en procesos transnacionales, regionales o globales, y pueden perseguir una o más dimensiones de la justicia global (económica, social, de género o ambiental).

Trabajando desde la base

El papel de las ONG de cooperación y desarrollo es esencial para su conocimiento del terreno, además de sus relaciones, agilidad y experiencia. En paralelo, también trabajan cooperativas, sindicatos, universidades, centros de investigación, empresas y otros agentes.

Por una Barcelona inclusiva

Las políticas públicas y el tejido social confluyen en la acción por la justicia social en un foro originado en 2005, el Acuerdo Ciudadano por una Barcelona Inclusiva, del que forman parte 859 entidades que trabajan en ámbitos como las personas con discapacidad, sin hogar, en paro, drogodependientes o inmigradas, mujeres, familias, etc.

La realidad del sinhogarismo

En Barcelona hay, como mínimo, 4.838 personas sin hogar, según las últimas estimaciones de Arrels: 1.384 personas duermen en la calle, 2.803 se alojan en los recursos públicos y privados que existen en la ciudad y 605 más están en asentamientos informales, es decir, en solares y locales en desuso. Y la falta de vivienda solo es una de las emergencias sociales que se deben atender.

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