La luz ha constituido un elemento fundamental en la historia del progreso humano, pero a veces también ha sido utilizada de una forma perversa. En las granjas modernas, se ha arrebatado a los animales algo tan sagrado como el calor materno para sustituirlo por luces infrarrojas que aceleran el crecimiento, lo que plantea unos claros interrogantes éticos sobre la manipulación artificial de los ciclos de vida. En este contexto, la instalación Mother's Love nos propone reflexionar sobre la paradoja que supone tener la capacidad (y casi el deber) de aprovechar la tecnología y los recursos a nuestro alcance para progresar, pero al mismo tiempo tener que plantearnos la necesidad de “autolimitarnos” para no poner en peligro el ecosistema que buscamos optimizar.

Con la colaboración de Bridge 48.

Con trayectoria en el mundo de la creatividad, el copywriting y la UX (experiencia de usuario), Mario García, un madrileño afincado en Barcelona, centra su trabajo artístico en instalaciones conceptuales y en un interés por explorar nuevas posibilidades de la luz desde aproximaciones analógicas. Participa en festivales de arte efímero y urbano desde hace casi diez años y ha sido el artista invitado en la última edición de Pinta Malasaña (Madrid) con una instalación site specific para el patio de Condeduque.