Tom Carr reinterpreta uno de los elementos que aparecen en el famoso aguafuerte Melancolía I de Alberto Durero y lo convierte en la forma central de su propuesta artística. Un trapezoedro triangular troncocónico de apariencia falsamente sencilla, pero al mismo tiempo compleja de entender: según cómo se mira parece un cubo truncado, deformado desde algunos ángulos, y, según cómo, parece un diamante. La estructura combina láminas de madera unidas por un mínimo de cuerdas y nudos que ocasionan pequeñas aberturas en las aristas. Algunas de las caras están vacías y permiten al público ver el interior. Sobre esta pieza se proyecta una secuencia de texturas de luz que dan lecturas diferentes sobre la forma y el espacio que la rodean: un sólido transformado por formas que se entienden y otras que solo se insinúan, y que mezcla dureza y suavidad, orden y desorden, ligereza y pesadez. La luz que ciega y la oscuridad que ilumina. Una mezcla tranquila y fascinante entre el sentido de la pérdida y la necesidad de infinito. La ironía de la inevitable fugacidad del instante.

Tom Carr es doctor en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona y ha sido docente en la Escuela Massana, Blanquerna, el Instituto Universitario de Cultura de la UPF y la School of Visual Arts de Nueva York. Imparte conferencias y talleres en museos y centros educativos del Estado, Europa y Estados Unidos. Desde sus inicios, al principio de los ochenta, trabajó en instalaciones, escultura, pintura y dibujo, desde una figuración simbólica con referentes arquitectónicos hasta estructuras casi ingrávidas, generadas por la física de los materiales, siempre buscando la contundencia dentro de la simplicidad. También la luz es un elemento protagonista en muchas de sus obras, desde las proyecciones analógicas en la Seu Vella de Lérida o en el espacio Arts Santa Mònica hasta las de ámbito digital del Streaming Museum de Nueva York. Su obra figura en distintos museos y colecciones públicas: MACBA, Museo Reina Sofía, Museo de Arte Moderno de Céret, Société Générale en París y Fundación “la Caixa”, entre otros.