El nuevo convenio mantendrá las condiciones de cesión pactadas en el 2015 y tendrá una duración máxima de ocho años. Después de este plazo, las viviendas retornarán a la SAREB, que subrogará los contratos de alquiler vigentes. En cualquier caso, el convenio reserva para el Ayuntamiento de Barcelona el derecho preferente de compra de las viviendas cedidas durante la vigencia del convenio. Como contraprestación del usufructo, el Ayuntamiento pagará un canon de 125 euros mensuales por cada vivienda que se encontrara vacía en el momento de la cesión y de 75 euros mensuales por las que se encontraran ocupadas.

Las 23 viviendas que se incorporan han sido evaluadas por los servicios técnicos y sociales del Instituto Municipal de la Vivienda y Rehabilitación (IMHAB), que han estudiado si cumplen las condiciones adecuadas de habitabilidad y de ocupación y han valorado también la inversión necesaria para su puesta a punto. En caso de que sea necesaria una inversión, ambas entidades la asumirán a partes iguales.