Las papeleras compactadoras tienen un diseño hermético que evita que los animales puedan hurgar en ellas y que se propaguen los olores. Además, incorporan un sistema de aviso cuando la papelera se acerca a la capacidad máxima y usan una interfaz de programación de aplicaciones (API) que puede conectarse a la plataforma de gestión de los servicios de limpieza de la ciudad, de manera que son más avanzadas tecnológicamente.

Son más sostenibles, por tres motivos: reducen la frecuencia de recogida y, por lo tanto, la movilización de vehículos destinados a esta tarea, funcionan con tecnología solar y tienen una vida útil de más de diez años.

Las diez unidades iniciales se sitúan en el corazón de la ciudad, concretamente, en la plaza Comercial, en la calle de Valldonzella con la de Joaquín Costa, en la plaza de Sant Miquel, en La Rambla, junto a plaza de Catalunya (dos unidades), en el tramo final de La Rambla (dos unidades), en la plaza de la Catedral, en la plaza de Vicenç Martorell con la calle de las Ramelleres y en la plaza del Mar.

El Pla Endreça en Ciutat Vella

La introducción de este nuevo modelo de papeleras se enmarca en el Pla Endreça, que en Ciutat Vella se traduce en el cambio de 221 buzones de recogida neumática y la sustitución de las 1.504 papeleras tradicionales que hay en el distrito. Se retiran las papeleras de menos de 70 litros y las dobles de 140 litros y se colocan la del modelo Barcelona, de 70 litros de capacidad, y la papelera doble, de 220 litros, en las zonas con más actividad y usos. En los espacios donde se ha detectado un uso más intensivo se añaden 20 papeleras más.