Nuevo planeamiento urbanístico para proteger el patrimonio y la identidad de Gràcia
La Comisión de Gobierno ha dado trámite a la aprobación provisional de la modificación del Plan general metropolitano (MPGM) para el casco antiguo de Gràcia, que garantiza la conservación de su carácter propio, reduce al máximo las desafectaciones urbanísticas y favorece la vivienda protegida, el comercio de proximidad y el verde.El plan se desarrolla a partir de dos estrategias: el espacio construido y el espacio libre. Con respecto a los edificios actuales, el documento se centra en preservar el patrimonio arquitectónico, aumentar la vivienda protegida y fomentar la buena convivencia de las viviendas, actividades y equipamientos. Con respecto al espacio libre, que incluye las calles, plazas y jardines públicos y privados, se quiere implantar una visión ambiental que aumente la biodiversidad y el verde y que priorice la movilidad sostenible.
La protección del patrimonio
Con la MPGM y el Plan especial de protección del patrimonio histórico-artístico se alcanzará la protección de 3.400 fincas del casco antiguo de Gràcia, un 73 % del total. Es decir, tres de cada cuatro edificios estarán protegidos, como, por ejemplo, la Casa Aleix Clapés, de la calle del Escorial, o el Palacete Minerva, en la avenida Diagonal.
Reducción de las afectaciones de viviendas
El planeamiento vigente preveía la afectación de 158 viviendas. Con la aprobación inicial esta cifra ya se redujo hasta 42 viviendas, y ahora, después de haber hecho un análisis quirúrgico de todo el territorio, se ha llegado a la cifra de 9 viviendas, lo que significa una disminución del 94 %.
Uno de los cambios más significativos es que se desafecta la continuación del pasaje de Frígola hasta la calle de la Granja. Una vez analizadas las alegaciones y estudiada con detalle la estructura urbana del entorno, se ha valorado que no es necesaria la apertura del vial previsto por el planeamiento vigente y, por lo tanto, se desafectan 16 viviendas. Un caso similar es el de 15 viviendas de la calle de Valldoreix, que el planeamiento vigente calificaba como zona verde.
Un total de 1.7000 viviendas protegidas
El documento prevé la creación a largo plazo de unas 1.700 viviendas de protección en Gràcia a través de cuatro medidas. En primer lugar, se profundiza en la normativa vigente que obliga a reservar para vivienda de protección el 30 % de las nuevas construcciones de viviendas. Aunque en toda la ciudad la reserva se fija en parcelas de una superficie mínima de 600 m2, en Gràcia se rebaja a 400 m2 porque los solares son más pequeños. Por otra parte, las plantas bajas que pasen a ser vivienda tendrán que hacer el cambio a vivienda de protección. Además, se propone limitar la subdivisión de las viviendas existentes, que solo se admitirá en caso de que tengan más de 160 m2 y cuando se destinen a vivienda de protección. Finalmente, se prevén actuaciones para crear 50 viviendas de protección pública más.
Impulso del comercio de proximidad y de la movilidad sostenible
El nuevo planeamiento quiere incentivar la implantación de comercios en las plantas bajas y favorecer una mezcla de usos. Es decir, definir un sistema de ejes de actividad que tengan carácter cívico, donde haya comercios y se desarrolle vida cotidiana, y donde haya preferencia para los peatones y regulaciones especiales de tráfico restringido de vehículos y aparcamientos.
Con respecto a la mejora ambiental y la movilidad, el documento quiere sacar el máximo potencial de todas las nuevas urbanizaciones de calles, parques y jardines, patios de manzana, cubiertas y medianeras de los nuevos edificios. En todas las actuaciones se aplicarán criterios ambientales vinculados al suelo, la biomasa y la biodiversidad de cada ámbito y unos estándares ambientales en calles y edificios. Asimismo, la MPGM protege el verde existente, que pasa a ser patrimonio verde consolidado y así se asegura que se mantenga. Además, se establecen distintas actuaciones para crear nuevas zonas verdes y equipamientos.
Paralelamente, el documento consolida el modelo Supermanzana Barcelona con una apuesta por la movilidad sostenible y por los desplazamientos a pie, en transporte público y en bicicleta, y garantiza, en este último caso, que cualquier calle de Gràcia es apta para circular y que se pueden aparcar las bicicletas en el espacio público sin generar conflictos de convivencia con los peatones.
El texto, fruto del trabajo conjunto con el vecindario, entidades y ERC, se dictaminará en la próxima Comisión de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, y la votación final tendrá lugar en el Pleno del Consejo Municipal del 28 de enero. Una vez reciba el visto bueno del Pleno, se elevará a la Subcomisión de Urbanismo de Barcelona para su aprobación definitiva.