La nueva convocatoria es fruto de un nuevo convenio de colaboración entre ambas instituciones que se enmarca en algunos de los ejes y objetivos del Plan Barcelona Ciencia 2020-2023, en los que coinciden ambas instituciones, entre ellos el de consolidar la línea de subvenciones de investigación para afrontar los retos urbanos de ciudad más urgentes. Ya se pueden consultar las bases reguladoras y la convocatoria 2021, y en las próximas semanas se abrirá el periodo de presentación de proyectos que permanecerá abierto hasta el 13 de septiembre. Además, el 15 de julio de 11 a 13 horas se ha organizado una sesión informativa online para resolver dudas.

La convocatoria está dirigida a proyectos basados en la investigación de retos urbanos que se puedan englobar en alguna de las temáticas propuestas: (1) El envejecimiento y la calidad de vida; (2) la movilidad y el respeto y la protección medioambiental; (y 3) ciudad sostenible: nuevas tecnologías aplicadas a la vivienda, el espacio y los servicios públicos.

Requisitos de los proyectos

Los proyectos que se presenten a las subvenciones deben abordar el reto urbano desde una perspectiva interdisciplinaria y metropolitana, y deben tener el objetivo de proporcionar evidencias científicas para inspirar decisiones políticas futuras en la ciudad de Barcelona. Asimismo, deben ser originales, sin perjuicio de que se puedan inscribir o puedan seguir líneas de investigación ya puestas en marcha por las personas solicitantes, han de tratar las temáticas desde una perspectiva local, teniendo en cuenta el contexto de la ciudad de Barcelona y su área metropolitana, y deben ejecutarse en un plazo máximo de 18 meses, a partir de su notificación.

Además, en el tratamiento de los temas científicos, la composición del grupo de investigación, es decir, de las personas físicas que desarrollarán el proyecto, así como en la misma metodología de desarrollo, los proyectos deberán contemplar la dimensión de género.

En cuanto a su composición, los proyectos deberán presentarlos grupos formados por un mínimo de tres entidades diferentes trabajando en cooperación, para promover las sinergias y optimizar el diseño, la implementación y la difusión de los proyectos, y para fomentar las alianzas entre varios agentes. Entre las agrupaciones de entidades debe haber, como mínimo, dos instituciones que tengan la investigación como una de sus actividades principales.

Las agrupaciones pueden estar formadas por: universidades públicas, institutos de investigación, universidades privadas, organismos públicos de investigación, otros centros de I+D con personalidad jurídica propia vinculados a las administraciones públicas, o participados mayoritariamente por el sector público, con independencia de su forma jurídica; entidades e instituciones sanitarias públicas y privadas sin ánimo de lucro; entidades públicas y privadas sin ánimo de lucro, que puedan contribuir positivamente el diseño, ejecución, aplicación e impacto social del proyecto; empresas y organizaciones empresariales vinculadas, en función de su objeto social, al contenido del proyecto; otras organizaciones que contribuyan a la difusión y la divulgación científica, o que hagan tareas de apoyo a la transferencia científica y tecnológica.