El derribo se hará minimizando el impacto acústico y ambiental para garantizar el bienestar de los animales del Zoo, gracias a una maquinaria que reduce los ruidos y las vibraciones. Los trabajos durarán cuatro meses y tienen un presupuesto de 365.000 euros.

El equipamiento que sustituirá al Aquarama será una reserva de animales de 3.500 metros cuadrados con varios espacios, que reproducirá diferentes hábitats, con zonas climatizadas y salas técnicas.

Los espacios se adaptarán a las necesidades de las especies que acojan, que serán las que se vean afectadas provisionalmente por las obras de mejora previstas en los próximos años, y se priorizará su salud y bienestar.

Las obras empezarán durante el otoño del 2023 y durarán hasta el verano del 2024, y costarán 800.000 euros.

Una reserva adaptada al nuevo modelo de Zoo

El nuevo espacio se adapta a los objetivos del nuevo modelo de Zoo, basado en la transformación de buena parte de las instalaciones para convertirse en un centro de preservación de la biodiversidad que contribuya activamente a la conservación, la investigación científica y la divulgación de la fauna salvaje y sus hábitats naturales, sobre todo la autóctona. Hace justo un mes se inauguró un nuevo espacio de invertebrados, pensado para un público familiar.