El impulso al parque público de alquiler, clave para mantener el ritmo de construcción en la ciudad
La crisis económica derivada de la pandemia ha hecho caer en el 2020 la construcción de vivienda en el área metropolitana en un 23 %, excepto en Barcelona ciudad, donde se ha sostenido gracias al incremento del 108 % de la vivienda protegida.Según el informe anual de análisis del sector de la vivienda del Observatorio Metropolitano de la Vivienda de Barcelona (O-HB), actualmente en la ciudad hay en torno a 2.300 viviendas en obras o cerca de iniciarlas, la gran mayoría, un 80 %, de alquiler social y asequible, y el resto con distintas fórmulas, como la cesión de uso y derecho de superficie, para garantizar también la titularidad pública y evitar que, en el futuro, se puedan vender y privatizar, y que se enmarcan en la estrategia para incrementar y consolidar el parque público.
Esta estrategia va en sintonía con la tendencia del régimen de tenencia de las viviendas, ya que en el periodo 2018-2019 en la ciudad un 38,4 % de los hogares tenían régimen de alquiler (frente al 28,5 % del 2001) y, en el resto del área metropolitana, un 23,4 % (frente al 12 % del 2001). Además, se ha reducido el número de hogares con hipoteca: el 16,7 % en Barcelona (17,7 % en el 2016) y el 25,5 % en el área metropolitana (28,4 % en el 2016).
La renta de la población y el coste de la vivienda
Por otra parte, la diferencia entre el poder adquisitivo de las familias y los precios del alquiler sigue ensanchándose. Mientras que la renta de la población barcelonesa experimentó un descenso muy notable durante el 2020 a causa de la pandemia, en torno al 14 %, los precios del alquiler solo se redujeron de manera leve, un 1,4 %. Asimismo, el esfuerzo económico que tienen que hacer las personas o familias inquilinas es muy alto: mientras que en Barcelona y el área metropolitana tienen que destinar al alquiler el 40,5 % del total de sus ingresos, en el global del Estado este porcentaje es el 32,1 %, y desciende hasta el 24,9 % en la media de toda la Unión Europea.
El informe analiza también cómo se aborda la emergencia habitacional a través de los resultados de los instrumentos de las administraciones para garantizar el derecho a la vivienda digna a las personas que, a pesar de las negociaciones con la propiedad, han tenido que dejar la vivienda o se encuentran en situaciones de vulnerabilidad social. En este sentido, la Unidad Antidesahucios de la ciudad ha mediado, desde que se creó, en el 2016, en más de 10.000 desahucios, y entre el 18 de enero y el 28 de febrero de 2020 se han conseguido evitar el 77 % de los desahucios de familias vulnerables gracias a acuerdos de mediación, suspensiones o prórrogas.