Los quince miembros que lo integran son personas expertas e independientes de amplia trayectoria en el ámbito académico, tanto de disciplinas científicas y tecnológicas como del campo de las ciencias sociales y las humanidades, y con experiencia previa relacionada con la ética de la inteligencia artificial.

Por parte del Ayuntamiento, la tercera teniente de alcaldía, Laia Bonet, ostentará la presidencia del Consejo, y la vicepresidencia la ocupará el comisionado de Innovación Digital, Administración Electrónica y Buen Gobierno, Michael Donaldson.

Las funciones del Consejo Asesor en Inteligencia Artificial, Ética y Derechos Digitales son las siguientes:

1. Asesorar el equipo de gobierno en materia de uso de la inteligencia artificial para el bien común, con una visión amplia y global.
2. Emitir estudios de impacto algorítmico sobre los sistemas algorítmicos de alto riesgo que se quieran desarrollar o licitar.
3. Promover la colaboración con universidades, centros docentes, centros de investigación, empresas, fundaciones e instituciones públicas y privadas vinculadas a la inteligencia artificial y su dimensión ética.
4. Proponer actuaciones y proyectos con el objetivo que Barcelona se convierta en una ciudad referente del humanismo tecnológico y proponer políticas públicas innovadoras para garantizar los derechos digitales de la ciudadanía.
5. Evaluar el desarrollo de la Estrategia municipal de algoritmos y datos para el impulso ético de la inteligencia artificial y proponer mejoras para el cumplimiento de los objetivos y la realización de sus actuaciones.
6. Promover el debate y el conocimiento sobre el impacto de la inteligencia artificial en nuestra sociedad conectante el mundo académico, las instituciones y la ciudadanía.

El decreto de creación del Consejo establece que se reunirá un mínimo de dos veces al año en una sesión ordinaria y que sus miembros serán nombrados por decreto de alcaldía para un plazo de cinco años, prorrogables, como máximo, un mandato más.