Barcelona publica la Guía de la Restauración 2025 

22/04/2025 13:54 h

Barcelona consolida su Guía de la Restauración y, coincidiendo con la festividad de Sant Jordi, publica su segunda edición, que recoge información sobre los locales ganadores, finalistas y distinguidos con menciones honoríficas en la edición 2024 de los Premios Barcelona Restauración. La Guía es una propuesta de la Dirección de Servicios de Comercio, Restauración y Alimentación del Ayuntamiento, con el apoyo de Turismo de Barcelona, para rendir un homenaje permanente a la singularidad de la restauración de la ciudad y busca convertirse en una herramienta útil para la ciudadanía.

La presentación de la Guía 2025 de la Restauración de Barcelona se ha realizado hoy en la Bodegueta de Sant Andreu, que recibió el Premio Barcelona Restauración 2024 en la categoría de integración en el barrio, que destaca los establecimientos que se han convertido en puntos de encuentro y espacios de convivencia en su entorno. El acto ha estado presidido por la concejal de Comercio, Restauración y Mercados, Raquel Gil, en vísperas de la festividad de Sant Jordi.

“Tenemos una ciudad con una cultura gastronómica y de la restauración espectaculares, donde conviven restaurantes de gran renombre y locales de pequeño formato y mucha calidad que nos definen como ciudad”, ha remarcado la concejal Raquel Gil durante la presentación. “Las bodegas son parte del ADN barcelonés. Un lugar idóneo para hacer la presentación de la Guía”, ha añadido. Gil ha elogiado que la ciudad tiene “mucha oferta de restauración y de mucha calidad” y ha remarcado que la Guía quiere ser un lugar donde encontrar buenas recomendaciones.

En total, la Guía 2025 incluye información sobre 33 restaurantes, entre los que destacan los ganadores de las diferentes categorías de los V Premios Barcelona Restauración:

  • Categoría de calidad gastronómica: Petit Comitè, en el Eixample, por ser “un auténtico referente gastronómico, donde la experiencia es sinónimo de cultura y emoción”.

  • Categoría de integración en el barrio: La Bodegueta de Sant Andreu, en el distrito de Sant Andreu. El jurado valoró que aquí “la cocina casera se convierte en memoria e identidad, consolidándose como punto de encuentro y celebración del sabor auténtico”.

  • Categoría de sostenibilidad: Rasoterra, en Ciutat Vella, por su “declaración de amor a la tierra, la biodiversidad y el compromiso con el planeta”.

  • Categoría de servicio de sala: El Passadís del Pep, de Ciutat Vella, y especialmente la figura de Modesto Baena, que forma parte del equipo de sala. El jurado destacó que este establecimiento cuida “cada detalle con una dedicación incomparable”.

  • Categoría de restauración de los mercados de Barcelona: Hermós, bar de peix, del Mercado de la Llibertat, dedicado al pescado y marisco fresco y con una carta inspirada en la cocina marinera. Este premio reconoce la calidad de las propuestas gastronómicas que combinan tradición e innovación en los bares y restaurantes de los mercados municipales.

Además de la información y las fotografías sobre los locales premiados y sobre las dos menciones de honor, la edición 2025 de la Guía también destaca nueve finalistas en la categoría de calidad gastronómica, nueve más en la categoría de integración en el barrio, cinco en la categoría de sostenibilidad, uno en la categoría de servicio de sala y tres en la de restauración de los mercados de la ciudad.

Hermós Bar de Peix, mercado de la Llibertat (premiado en la categoría ‘Restauración de los mercados’)

Alexis Peñalver, creador del restaurante La Pubilla, ha reconvertido un puesto del mercado de la Llibertat, que conocía bien por ser su proveedor principal, en una barra de cocina marinera. Bastan una plancha, dos fogones y un horno, todo a la vista, para que Alejandro Serdà y Marta Flotats manipulen, sin intervenir mucho, el pescado y marisco fresquísimos que despachan en raciones generosas a precios razonables. En la plancha, gambas, almejas, vieiras con fumet de pescado de roca y salicornia o sardinas rellenas con un picado clásico catalán con aderezo de tomate de colgar. En la vitrina, ostras y gildas, como la de pulpo y langostino. Un mar y montaña fuera de carta. Y luego están los suquets del litoral catalán, balear y valenciano, el ceviche de lubina, la sepia estofada y el arroz del día. En conjunto, la propuesta efectivamente remite a la esencia del Hermós, sobrenombre con el que el escritor Josep Pla menciona a Sebastià Puig, un pescador poco agraciado de Palafrugell que en la cala de Aigua Xelida capturaba calamares y moixons. De los vinos tranquilos y espumosos y de la atención de diez se ocupa Eduard Colomé. Y, gratis, la onda energética y amigable con la que un mercado te obsequia si te quedas a comer allí.

Menjars i Begudes El Bisaura, mercado de Les Corts (finalista en la categoría ‘Restauración de los mercados’)

Presentes en el mercado desde hace 47 años, con un puesto de pescado, inauguraron el bar restaurante en 2007, tras la remodelación del Mercado de Les Corts, para ponerlo al servicio de los trabajadores del equipamiento municipal, la gente del barrio y el resto de Barcelona. Diez años después, tomó las riendas del negocio Jaume Vilanova, que había crecido en ese mercado ayudando en una frutería, junto a Kilian Zambrano, que cocinaba con los propietarios anteriores. Es un espacio en forma de L sin puerta que invita a quedarse, con dos barras y algunas mesas, que abre muy temprano de lunes a sábado y que, como era de esperar, se ha especializado en pescado y marisco frescos. Ofrece, además, suculentos desayunos de tenedor para los que madrugan y necesitan alimentarse bien para afrontar el día, con elaboraciones como la ‘Tropa’ (cabeza y pata), fricandó, tortillas, bocadillos, tapas… Al mediodía, frutos del mar y cocina casera, que destaca por su calidad y autenticidad, sin escatimar en detalles: un aceite de oliva como debe ser, un buen vino en la mesa, una muestra atractiva de pastelería, pan artesano, café italiano, leche y postres lácteos de una pequeña granja de Gurb, cerdo de Alpens (Osona), verdura y fruta de temporada y legumbres y huevos del país; todo, comprado sin salir del recinto.


El Racó del Mercat, mercado de Provençals (finalista en la categoría ‘Restauración de los mercados’)

Está en el Mercado de Provençals desde hace más de veinte años, con Sonia López al frente. Con su ambiente acogedor y familiar, se ha convertido en punto de encuentro tanto para los vecinos del barrio como para el público visitante. Una atención cordial y dinámica resuelve el servicio cuando hay prisa por volver al trabajo. El aroma de los platillos tradicionales, como las tortillas (que también hacen para llevar) y las croquetas caseras fritas al momento, se mezcla con conversaciones animadas y risas compartidas. El Racó del Mercat es conocido por los desayunos de tenedor (una buena tripa –venden unos 90 kg a la semana–, pies de cerdo, carrilleras al oporto, conejo guisado con salsa, bacalao con samfaina), el bocadillo de brocheta moruna de secreto ibérico con alioli (algunos días llegan a cortar hasta cien barras de pan de montaña para prepararlos), la paella de los jueves, el menú de los viernes (con cuatro primeros y cuatro segundos a elegir, por ejemplo: espinacas a la catalana, potaje de judías o macarrones a la riojana, fricandó, jarrete asado o boquerones a la andaluza) y el marisco a la plancha de los sábados. Sin duda, este rincón no es solo un lugar para comer, sino un espacio donde confluyen sabores y experiencias.

Tierra Brava, mercado del Ninot (finalista en la categoría ‘Sostenibilidad’)

Este restaurante de cocina de mercado, con una ubicación privilegiada en el interior del Mercado del Ninot, forma parte de un grupo de restauración para el cual la sostenibilidad es una preocupación esencial, por lo que aplican una política muy consciente en la gestión de mermas y reciclaje. Tierra Brava se presenta como un lugar para ver y ser visto, un entorno cálido de ambiente dinámico y atmósfera desenfadada, distribuido en dos salas, con una gran barra y terraza. La carta combina tradición y tendencias gastronómicas y se provee de productos frescos y de proximidad del propio mercado, de la huerta, del mar y de la tierra. Son especialistas en arroces, como el de ibérico al carbón o el de gambón; entre los platos figuran entrantes como el minicroissant de steak tartar, platos como la berenjena a la brasa con sobrasada de Mahón, parmesano y miel o el rodaballo al pil-pil con chips de patata del Pirineo, y entre los postres llama la atención el flan “de locos”. De martes a viernes tienen menú al mediodía. Y de martes a sábado, por las noches y hasta el cierre, se convierte en coctelería de autor con música en vivo o sesiones con nuevos talentos o vinilos pinchados. Se puede privatizar para eventos.

El jurado también concedió dos menciones de honor. Una al Restaurante 7 Portes, fundado en 1836, y considerado una auténtica institución de la ciudad, y otra al cocinero Fermí Puig, figura clave de la gastronomía barcelonesa, y que también tiene un espacio dedicado en la Guía 2025 de la Restauración de Barcelona.

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