“Desde el Ayuntamiento de Barcelona, ante la reivindicación de uno nuevo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, expresamos nuestro firme compromiso con la lucha feminista. Queremos denunciar todas y cada una de las desigualdades y discriminaciones que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo. Y este año queremos poner el foco en la precariedad”. Así empieza el manifiesto institucional con motivo del 8M, que pone el foco en las desigualdades que genera la precariedad, afianzando la apuesta municipal por seguir avanzando en políticas feministas innovadoras y transformadoras, con el fin de alcanzar una verdadera igualdad real y efectiva.

Justo después de haber colgado una pancarta en el balcón del Ayuntamiento con el lema de la campaña municipal para el 8M de este año, “Rompamos la precariedad”, que hace énfasis en la necesidad de abordar la precariedad laboral y social que sufren las mujeres por el solo hecho de serlo, se ha procedido a la lectura del manifiesto, que incluye compromisos como los siguientes:

• Trabajar, junto con las entidades feministas, de manera continua y actualizada, las políticas públicas teniendo en cuenta la voz y la realidad cotidiana de las mujeres.
• Priorizar medidas integrales para la promoción económica de las mujeres, apostando por el trabajo digno y de calidad, y por la incorporación y el reconocimiento de las mujeres en todos los sectores punteros, muy especialmente los tecnológicos.
• Fomentar el empoderamiento y el acceso a los derechos y la plena ciudadanía de todas las mujeres desde su diversidad, luchando contra la feminización de la pobreza y la precariedad.
• Impulsar políticas para el reconocimiento y la visibilización de los cuidados, apostando, por una parte, por la innovación tecnológica del sector, y, por la otra, contribuyendo a una corresponsabilidad social de los cuidados, al apoyo de las personas cuidadoras y cuidadas, y al fortalecimiento de las alianzas feministas.

En Barcelona, el 24,2 % de las mujeres asalariadas cobran 1.000 euros al mes o menos, en comparación con el 21,9 % de los hombres. La brecha salarial, aunque se va reduciendo, todavía llega al 16 %, el sueldo medio de las mujeres es 6.000 euros inferior al de los hombres.

La precariedad laboral se ve agravada por la contratación parcial, la concentración de mujeres en sectores feminizados y peor remunerados, y otros factores relacionados con la discapacidad, la edad, el origen y la situación social y cultural. Además las mujeres se ocupan mayoritariamente del cuidado de personas dependientes y cobran más de 500 euros menos al mes de pensión por término medio.

Con motivo del 8M, se organizan numerosos actos por toda la ciudad, con una programación descentralizada que cuenta con la complicidad de los agentes de cada distrito: ciclos temáticos, conferencias, talleres, debates, encuentros, muestras artísticas y proyecciones, entre otras.