Palabra e imagen se combinan en una dramaturgia potente que nos habla del mundo contemporáneo utilizando una narrativa fragmentada y repetitiva. El premio Adrià Gual del Institut del Teatre 2013 lleva el mito de Sísifo al área de descanso de una autopista.
La vida os pasará ante los ojos si os sentáis en el banco de un área de descanso. O, cuando menos, fragmentos de vidas que posiblemente se repitan una y otra vez en una especie de suplicio mítico que, a veces, ni siquiera seréis capaces de percibir. Porque las vidas, las pasiones o los sentimientos parecen personales y exclusivos, pero quizá no son más que repeticiones o nuevas versiones de vidas, pasiones o sentimientos que alguien ya ha vivido o experimentado anteriormente y que se repiten una y otra vez hasta el infinito. En Shell, estas repeticiones tienen como escenario lo que el antropólogo francés Marc Augé definía como un «no lugar», uno de esos espacios sin importancia en sí mismos que se definen solo por el uso que se hace de ellos. Por ejemplo, la habitación de un hotel o el área de descanso de una autopista, que puede convertirse perfectamente en un infierno contemporáneo donde unos personajes que han perdido la identidad están condenados a repetir fragmentos de vidas.
Concepte i dramatúrgia: Albert Boronat, Nicolas Chevallier ; Direcció: Albert Boronat, Nicolas Chevallier ; Intèrprets: Albert Pérez Hidalgo, David Menéndez, Guillem Gefaell, Mònica Almirall, Nicolás Carbajal, Sergi Torrecilla, Xavier Torra; Escenografia i vestuari: Margherita Mantovani; Disseny d'il·luminació: Quico Gutiérrez; Disseny de so / concepció sonora: Lucas Ariel Vallejos; Disseny de vídeo: Alfonso Ferri; Producció: Vanessa Tedejo Farré; Gestió: Vanessa Tedejo Farré; Ajudant de producció: Oscar Palenque;