Richard III es la visionaria obra que revela el lenguaje del gran mecanismo del poder, la manipulación y la persuasión. Retórica de la naturaleza humana. Partiendo de los distintos puntos de vista de los personajes de la obra, la producción juega con el espacio y el tiempo en un artefacto teatral a medio camino entre el humanismo y el poshumanismo como mecanismo del alma del hombre, perdido en la búsqueda del amor y la necesidad de poder y apariencia. Música, vídeo, movimiento y palabra se encuentran para realizar un retrato de la complejidad humana de nuestra sociedad. De la naturaleza de nuestra sombra.